Gracias a un trabajo mancomunado que inició en 2017, hoy se presentó el Protocolo de coordinación del sector privado con el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos de Desastres. Esta es una iniciativa impulsada desde la Andi, la Fundación Andi, ABACO y la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, con el apoyo de la consultora TRUST.
“Tras la tragedia en Mocoa, evidenciamos la importancia de articular la participación del sector privado en la respuesta a emergencias para que sea oportuna, efectiva y consecuente con las necesidades de la población afectada Esto nos permitirá maximizar el impacto positivo que generan las empresas en este tipo de situaciones”, manifestó Bruce Mac Master, presidente de la Andi.
Esta hoja de ruta permitirá direccionar a las empresas que cuentan con la voluntad y la capacidad de aportar en la gestión del riesgo de desastres en el país, y contribuir en situaciones de emergencia. De esta forma se garantiza la seguridad, bienestar y calidad de vida de las comunidades involucradas y la continuidad del negocio y reconstrucción del territorio.
“Durante año y medio, hemos trabajado de la mano de la Andi y de ABACO para impulsar que diferentes actores del sector privado se coordinen con el SNGRD (Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres) para atender a población damnificada de una manera más asertiva, acorde a la movilización de los diferentes actores sectoriales y territoriales”, expresó Eduardo José González Angulo, director del UNGRD.
“Con esto, hacemos un llamado para que empresas que aún no se han sumado a este esfuerzo, decidan hacerlo para hacer más inclusiva la Gestión del Riesgo de Desastres en el país”, agregó.
La elaboración del protocolo se dio en el marco del Comité de Voluntariado Corporativo de la Andi en Bogotá, que está compuesto por cerca de 30 empresas. Ha sido un proceso complejo de aunar esfuerzos y voluntades que dio como resultado una buena práctica de articulación público – privada.
“Los Bancos de Alimentos jugamos un papel fundamental en la atención de emergencias. A través de nuestra experiencia en la emergencia de Mocoa, evidenciamos que para lograr mayor impacto era necesario desarrollar un modelo de cooperación entre el gobierno, el sector privado y el tercer sector (organizaciones sociales), en el que se puedan articular procesos y esfuerzos, optimizando los recursos para hacer una atención más integral.”, anotó Juan Carlos Buitrago, Director de ABACO.
Aunque se espera no tener que implementar este protocolo, este constituye una herramienta que fortalece al país para el manejo ante cualquier situación de emergencia.
