La pandemia no ha cambiado la meta de Uber en Colombia: negociar con el Gobierno para crear una nueva regulación que ampare su modelo de negocios. Y si bien esa conversación no ha avanzado, según señala George Gordon, director de Uber para Latinoamérica, el ingreso de los taxis a la aplicación sí que ha supuesto una ayuda en esa línea.
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¿Cómo está impactando la presencialidad a su operación?
Han sido dos años retadores, pero vemos que el negocio se está recuperando. En Colombia ya estamos 106% por encima de prepandemia en términos de viajes y casi el 80% de los arrendadores han vuelto a la aplicación.
Esto muestra la recuperación, la gente ya quiere y necesita ir al aeropuerto, a restaurantes, pide más envíos de paquetes, etc.
¿Qué cambió la pandemia?
La tendencia es hacia la innovación. Nuestro negocio cayó en pandemia y tuvimos que cambiar la forma de trabajar y lo que ofrecemos. Así, vemos que crecen mucho apuestas que estamos haciendo en Colombia, por ejemplo, como la entrega de paquetes, tanto entre personas como, especialmente, para las microempresas.
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También otra opción con buena acogida y que solo hemos lanzado en Colombia en la región es el servicio por horas para temas turísticos, por ejemplo, o Uber Pop, que funciona en la parte sur de Bogotá a un menor costo. Son ejemplos de que la pandemia modificó también nuestro modelo de negocio, la gente cambió y también sus necesidades.
¿Siguen llegando nuevos conductores a la aplicación?
La recuperación va por debajo de la de viajes y hay unos retos en la industria automotriz, es más difícil conseguir un coche, pero la aceptación es grande porque incluso hay mayor necesidad para algunas personas, pues se ofrece una forma flexible de generar ganancias. Además, gracias a las innovaciones, hay más opciones de ingresos, no solo viajes, sino envío de paquetes o domicilios, etc.
¿Cree que la inflación hace que se vuelva al autobús o se afecte la rentabilidad a conductores?
Siempre analizamos variables como la inflación o el valor de la gasolina para revisar y ajustar los precios con los arrendadores para que funcione también para ellos y de hecho hicimos esta revisión recientemente en Colombia.
En usuarios, hay sobreprecios y eso lleva a que baje un poco la demanda, pero hay mucha gente regresando a los viajes, por lo que el negocio se acaba compensando, hay quienes vuelven al transporte público, pero también usuarios volviendo a Uber.
¿Van a seguir expandiéndose a más ciudades de Colombia?
En Colombia estamos en todas las grandes, en 14, y hay planes para llegar a más medianas. La meta es estar en todas partes.
¿En qué va la conversación con el Gobierno para la regulación?
Nuestra posición es la misma: queremos una regulación, estamos abiertos a trabajar para lograr una relación que reconozca lo que buscan los usuarios, que es otra forma de moverse, y los arrendadores que tengan flexibilidad en su forma de trabajar de manera independiente, sin barreras.
¿El ingreso de taxis a su ‘app’ ha mejorado este proceso?
Sin duda lo que ha cambiado para bien la conversación y apertura del Gobierno es el acuerdo con TaxExpress, pues es mejor estar juntos que en contra. El país supone el 50% de los viajes en taxi que registramos en América Latina, por lo que esta opción ha sido muy exitosa aquí y eso ayuda en la conversación para la regulación.
¿Hay líos de coexistencia?
No vimos resistencia, pues traemos más ganancias tanto a arrendadores como a los taxistas.
¿Cuál es su mensaje para el próximo gobierno del país?
Creemos en una regulación moderna que refleje las necesidades de usuarios, arrendadores y taxistas, y nuestra tecnología tiene un impacto positivo en la economía.
Mencionaría además que vamos a hacer una apuesta fuerte por la sostenibilidad con más carros eléctricos en la ‘app’. La meta es que en 2040 todos nuestros viajes sean verdes, y eso requiere un trabajo conjunto. En el país pronto tendremos un piloto con estos vehículos. Al próximo gobierno le diría que Uber puede ayudar a impulsar la agenda sostenible.
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¿Ven con buenos ojos los cambios en regulación laboral por la pandemia?
Lo que está pasando es que el empleado está más empoderado y vemos un movimiento en el que la gente demanda mayor flexibilidad y tener más control de cómo trabajar. Estos cambios tienen temas en común con las plataformas y se deben aprovechar.
¿Cómo va el proceso de tener beneficios sociales?
Está más cerca en países como Colombia y un ejemplo es Chile. Hay que dar ciertos beneficios sociales a los que usan la plataforma y garantizar la flexibilidad, y esos son los elementos que se deben reflejar en la regulación. Ese es el futuro, hacia allá vamos también en Colombia, y queremos trabajar con el próximo gobierno en ello.
¿Qué planes tienen para otros negocios como el delivery?
Nuestra gran apuesta en Colombia es Cornershop, es un producto que está creciendo mucho y que seguirá evolucionando. Por ejemplo hay cosas que aún no tenemos aquí pero ojalá lleguen como el servicio de rentar un carro o reservar un tiquete de avión dentro de la aplicación.
¿Los carros voladores siguen siendo el futuro de la movilidad?
Las dos innovaciones principales son los vehículos autónomos y los que vuelan; ya hemos hecho pilotos en EE. UU. con entregas.
Estas son tecnologías que ya no tenemos, le vendimos el negocio de autónomos a Aurora, pero en los próximos dos años vamos a tener pilotos y ojalá lleguen a Latinoamérica en 5 o 10 años.
Y en carros que vuelan, hay dos empresas que están en esos desarrollos y en 2024 habrá pilotos. Es un concepto impresionante, aunque falta para que esté disponible para todos.
RUBÉN LÓPEZ PÉREZ
