¿Qué dejarán las mineras a los pueblos una vez termine la explotación?

Luego de más de 100 años de explotación de oro en el Bajo Cauca antioqueño, es claro que el metal en algún momento se agotará en la región y ese es un escenario para el cual se ha estado preparando el Grupo Mineros.

Si bien la vida de la mina se ha ido alargando gracias a mejores procesos de extracción de oro que permiten una mayor recuperación, la firma busca dejar un legado más allá de la minería. De esta manera, nació Mineros Negocios Agroforestales, empresa que se dio a la tarea de investigar las alternativas productivas en la región.

Fue así como Mineros se sumó a la iniciativa del Gobierno de la creación del cordón cauchero-cacaotero con el establecimiento de 100 hectáreas de caucho, dado que la zona es agronómicamente especial para este cultivo.

Jaime Peláez, director de plantaciones y tierras de Mineros, sostiene que la empresa hoy ya cuenta con 1.200 hectáreas de caucho sembradas, de las 12.000 que puede haber en la región.

“La siembra está dividida en cuatro fincas: una en el municipio de Caucacia, dos en Zaragoza y una en el municipio de Nechí. El total nacional habla de entre 52.000 y 55.000 hectáreas. Acá en la subregión somos el principal productor de caucho y tenemos la plantación más grande”, comenta.

Además, sostiene que el proyecto genera, a través de un operador aliado, más de empleos directos 117, de los cuales 12 son mujeres. Igualmente, genera 350 puestos de trabajos indirectos.

“Todo el tiempo se ha enfocado en tener las plantaciones con un enfoque social y ambiental, pero económicamente rentables”, anota, Peláez.

De esta manera, la empresa tiene como meta para este año producir 1,2 millones de litros de látex y para el próximo 2,9 litros millones de látex.

“Nosotros vendemos la producción a una empresa en Tarazá, buscando que el valor agregado se quede acá en la subregión. El caucho seco, dependiendo del volumen, lo vedemos en Medellín a una empresa local para un emprendimiento pequeño”, agrega.

La empresa también viene buscando alternativas diferentes en el sector agro como el marañón, la vainilla, la pimienta, así como otras especies maderables que le sirvan a la región como otras actividades económicas.

LAS PLANES EN SEGOVIA

En Segovia (Antioquia), la compañía Gran Colombia Gold (GCG) también ha estado desarrollando planes e iniciativas que les sirvan a la comunidad una vez el oro le termine.

Siendo un municipio netamente minero, la población 'nada más sabe hacer' que no sea labores de minería, por eso, se han realizado capacitaciones para fortalecer otros aspectos.

Así las cosas, la compañía tiene un programa social y educativo en el que capacita a las familias de los mineros para que aprendan otros oficios, diversificando ingresos en actividades comerciales.

“El tema de la educación es muy importante, para que no piensen que van a vivir de la mina siempre, la mina se acaba, por eso, también se apoyan emprendimientos locales”, comentó José Luis Roca, ingeniero y gerente de pequeña minería en GCG.

Otra iniciativa es la hacienda Curuná, en la que hay más de 300 mil plántulas de cacao y árboles maderables, así como otras especies vegetales nativas del nordeste antioqueño.

El objetivo con este lugar es recuperar, poco a poco, la vocación agrícola y alcanzar un equilibrio ambiental en áreas afectadas.

En este proyecto se han invertido poco más de 1.000 millones de pesos y se generan alrededor de 50 empleos directos.

“Se está trabajando, con la Secretaría de Agricultura de Antioquia y la Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Acopi), para construir un gran distrito cacaotero que, junto con otras iniciativas como las huertas caseras, nos permita recuperar la vocación agrícola y mejorar la calidad de vida de los pobladores de Segovia y el nordeste antioqueño”, afirmaron desde GCG.

IVÁN RICARDO TORRES HERRERA
CAMILO HERNÁNDEZ M.
Portafolio.co