Si bien la Superintendencia de Sociedades declaró la liquidación de Justo & Bueno, tras nueve horas de audiencia el juez aceptó acudir a una figura legal que permitirá evaluar dos propuestas que surgieron a última hora para que se salve la cadena.
(Justo & Bueno: decretan su proceso de liquidación inmediata).
Se trata del Decreto 560 de 2020, que en su Artículo 6 se refiere al “Salvamento de empresas en estado de liquidación inminente”.
Según la norma, “con el propósito de rescatar la empresa y conservar la unidad productiva, cualquier acreedor podrá evitar la liquidación judicial de un deudor afectado por las causas que motivaron la declaratoria del Estado de Emergencia Económica, Social y Ecológica de que trata el Decreto 417 del 17 de marzo de 2020, manifestando su interés en aportar nuevo capital, en los términos que se indican a continuación, siempre y cuando se evidencie con la información que reposa en el expediente que el patrimonio de la concursada es negativo”.
De hecho, una de las propuestas que quedó sobre la mesa establece, entre otras cosas, el cambio inmediato de acreencias y la existencia de un inversionista dispuesto a inyectar recursos para salvar la compañía.
(El cambio de empleo, una tendencia laboral).
Teniendo en cuenta que hubo un incumplimiento generalizado de los gastos de administración por parte de Mercadería es aplicable el mecanismo y por esa razón admitió que se aplique la figura.
Al respecto el juez Santiago Londoño, delegado de procedimiento de Insolvencia de la Supersociedades, decidió que el designado agente liquidador, Darío Laguado Monsalve deberá presentar en un mes un inventario valorado de los bienes que conforman el patrimonio de la empresa y una relación de gastos de administración que puedan servir de base a la propuesta de capitalización que hagan los oferentes.
“Sobre esa oferta se pronunciará la Supersociedades”, dijo el juez.
PORTAFOLIO
