Una de las banderas del nuevo gobierno es la transición energética. Los avances en esta materia que se han dado incluyen la hoja de ruta de generación de eólicos offshore, para la que ya hay empresas interesadas. Vestas, liderada en Colombia y la región norte de Suramérica por Martín García, es una empresa que vende e instala aerogeneradores. El ejecutivo explicó que están interesados en trabajar en estas obras.
¿Con qué aliados y en qué proyectos están en el país?
En América Latina tenemos 10,7 GW instalados y en Colombia tenemos 540 megavatios (MW) que ya están comisionados, en pruebas o en fase de instalación. Estamos en Guajira 1, donde tenemos 10 turbinas de un rotor de 100 metros. Cada una tiene una potencia de 2 MW.
(Lea: Transición energética se consolidaría en dos décadas, según experto).
Este proyecto ya está comisionado y funcionando. Tenemos la ampliación, que se llama Wesp que tiene cuatro turbinas de rotores de 136 metros y 3,45 MW cada una. En fase de construcción tenemos Alfa y Beta, que tiene 90 turbinas con rotores de 162 metros, con potencia nominal de 5,6 MW. Hoy tenemos poco más de 60 máquinas ya en el país y faltan un par de buques para traer las restantes. En total tenemos 104 turbinas en el país.
¿Cuánto tiempo se demorará traer las partes que faltan y la instalación de las turbinas de Alfa y Beta?
Desde que se firma un contrato con una empresa, se empiezan a fabricar las máquinas.
A partir de ese momento hasta tener el aerogenerador comisionado y funcionando pueden pasar entre 18 y 24 meses, normalmente.
¿Cuándo estima que podría estar funcionando?
Podría estar generando, al menos una parte, a partir del próximo año. No sé si todo el parque, porque es muy grande, tiene 90 turbinas. Alfa y Beta tiene dos fases, todavía no sabemos cuál entrará primero, pero probablemente sea por la parte norte, con Beta.
¿Han hecho acercamientos para lograr nuevos negocios?
Sí. El mercado está muy activo y tenemos muy buenas proyecciones crecimiento.
¿Cuál es el potencial de los nuevos desarrollos eólicos?
Más o menos hay 14 GW de desarrollo eólico en Colombia y hay un potencial real hasta 2026 de unas 3 a 3,5 gigavatios, representado en varias empresas con las que ya tenemos un acercamiento constante. Este dato es coherente con las conexiones aprobadas por la Upme.
(Además: Precio de la energía ha crecido 25% en lo corrido del año).
¿Qué participación de mercado buscan?
Somos ambiciosos y nos gustaría tener la mayor cantidad sobre esa proyección. Esperamos estar entre 40% y 50% de participación de mercado. Esto es lo que tenemos hoy en el mundo y queremos mantener ese liderazgo en Colombia.
¿Qué afectación han tenido por la crisis de la logística internacional?
Estamos viendo impactos en costos de más o menos 20%. Hay varios factores que están explicando este comportamiento como los costos de materias primas, la inflación, el transporte internacional y demás. Eso es lo que genera este incremento final.
¿Cómo analizan estos avances que se han realizado en eólicos offshore?
Tenemos la hoja de ruta, que es muy documental y que plantea un potencial de 50 GW. Ahora el Ministerio de Minas y Energía lanzó la resolución junto con la Dimar para la asignación de las primeras áreas temporales. Tenemos una experiencia de 25 años en el offshore. Queremos ser el tecnólogo para estos procesos.
Lo que vemos es que hay retos que habrá que resolver en los próximos años. Está el tema de las conexiones, lo relacionado con las comunidades, que para las plataformas offshore puede que requiera consultas previas; cómo interactuar con actividades de la naturaleza y las humanas, y el costo de la energía. Este último es de los más relevantes, producir en offshore puede costar tres veces más que en tierra y eso hay que pensar para traer la energía a precio competitivo.
¿Cómo ve esta agenda de aceleración de la transición energética?
Los incentivos están. Lo que hace falta para acelerar es un tema de interconexión y la correcta gestión con las comunidades. Hay otros temas, como los logísticos, la infraestructura de vías y de puertos. Traemos componentes sobredimensionados, que pueden llegar a pesar 90 toneladas y para los que no hay una infraestructura capaz de responder.
(Además: Los 'peros' que se mantienen sobre la Regasificadora del Pacífico).
En el offshore hay un reto importante, porque hay que intervenir áreas marinas y hay que ver cómo se evalúa para definir las compensaciones. Es inevitable que se dé la transición, porque es algo que ya venía trabajando el gobierno anterior.
¿Han hecho acercamientos para desarrollar proyectos de autogeneración?
Sí. Cada vez son más los industriales que se acercan con la intención de autogenerar con turbinas, especialmente cuando no tienen grandes terrenos para instalar plantas solares.
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