Debido a las restricciones existentes para que las personas dejen de fumar por los riesgos que esto trae a la salud, entre otras razones, cada vez más empresas como las tabacaleras han venido enfocando su atención en nuevos negocios con cigarrillos electrónicos, vaporizadores o calentadores de tabaco.
(Venta de cigarrillos electrónicos en el país llega a los 14 millones de dólares).
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), “cada año, el tabaco mata a ocho millones de personas, como mínimo, y varios millones más padecen cáncer de pulmón, tuberculosis, asma o enfermedades pulmonares crónicas causadas por este”.
Por lo anterior, los espacios 100% libres de humo están siendo cada vez más comunes, factor por el que los nuevos dispositivos electrónicos, al emitir menos componentes nocivos comparados con el humo del cigarrillo, están llamando la atención del público. Esta situación también se está viendo reflejada en los datos de la industria de vaporizadores en Colombia, la cual ha venido creciendo a grandes tasas en los últimos años.
Previo a conocer las cifras de este negocio, hay que tener claro que existen vaporizadores de sistema abierto (con un tanque para rellenar manualmente con el líquido), cerrado (con cápsulas con el líquido ya cargado) y dispositivos tecnológicos que calientan láminas de tabaco.
CIFRAS EN COLOMBIA
De acuerdo con información de Euromonitor, este mercado, en la categoría de sistema abierto, movió en el país $4.100 millones en 2013, dato que aumentó 194,5% en 2018, cuando alcanzó en facturación $12.000 millones.
En este tipo de vaporizadores las marcas más vendidas fueron Eleaf con 7,8% de participación de mercado, seguida por Joyetech con 7,3% y Sixty 69 Nine con 3,7%.
De otro lado, si el panorama se revisa por el sistema cerrado, las cifras de Euromonitor dicen que este mercado movió $200 millones en 2013 y creció 12.100% a 2018 cuando significó $25.300 millones. En este segmento, el liderazgo del negocio en Colombia se lo lleva British American Tobacco (BAT) con 97,9% a través de su marca Vype y el otro 1,7% es de Gamucci.
Según le comentó a Portafolio Juan Carlos Restrepo, director de asuntos corporativos de BAT Colombia, “el mercado mundial de vapor es liderado por EE. UU., seguido por Reino Unido, y está creciendo rápidamente a escala global. En BAT estimamos que en 2020 habrá 80 millones de consumidores de productos de vapeo alrededor del mundo”.
En América Latina, el mercado de estos dispositivos es menor, sin embargo, la categoría ha ido aumentando y es Colombia uno de los mercados pioneros, debido a la dinámica comercial mostrada con estos productos de riesgo potencialmente reducido, agregó Restrepo.
Según Euromonitor, con ventas por US$8,6 millones, Colombia lideró en 2018 el mercado de sistema cerrado de vaporizadores comparado con otros países de la región. En segunda posición se encuentra Chile con US$400.000, seguido de Ecuador con US$300.000.
En el de sistema abierto, Chile fue el primero con ventas de US$15,2 millones en 2018 y en segundo puesto se ubicó Colombia con US$4,1 millones.
Entre las razones por las que las personas estarían migrando a este tipo de productos, según Francisco Ordoñez, presidente de la Asociación Colombiana de Vapeadores (Asovape), está la reducción de los daños que puede traer a la salud.
“Cuando las personas fuman están expuestas a más de 4.000 sustancias químicas y 70 de esas son cancerígenas, y con el vapeo se reduce 95% la exposición a esas sustancias”, aseguró Ordoñez.
Ahora bien, según datos del proveedor de investigación de mercado, en la categoría de productos calentadores de tabaco, Philip Morris International (PMI) tiene la totalidad de este negocio en Colombia con su marca Iqos. Además asegura que este crecería 126,5% a 2023 con ventas de $43.900 millones.
Según Carlos Guzmán, vicepresidente de PMI en el país, “en 2017, Colombia se convirtió en el primer país latinoamericano en lanzar Iqos. Hoy, más de 80.000 fumadores adultos ya son usuarios”.
El directivo destacó que como firma han invertido más de US$6.000 millones en investigación y desarrollo de alternativas libres de humo.
RETOS DE LA INDUSTRIA
Los expertos aseguran que uno de los desafíos es educación para que la gente sepa que los vaporizadores son diferentes al cigarrillo al no tener tabaco, ni necesariamente nicotina en los líquidos. El otro reto, aseguran, es en el ámbito regulatorio donde se garantice la seguridad del consumidor, calidad del producto y las condiciones adecuadas para su comercialización y distribución.
Valerie Cifuentes Martínez
valcif@eltiempo.com
