Las inversiones para La Guajira empiezan a marcar agenda a pesar de que el decreto de emergencia económica, en este territorio, se cayó meses atrás. Además, el recurso hídrico siempre ha sido uno de los puntos álgidos del departamento por su escasez.
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La compañía de salud americana, Baxter, a través de su Fundación Baxter Internacional, hizo el compromiso de invertir US$275 millones en comunidades al rededor del mundo. Para el caso de Colombia, se han hecho inversiones por cerca de US$1,5 millones, en trabajo conjunto con Unicef para generar proyectos en torno al saneamiento del agua en La Guajira.
De acuerdo con Verónica Arroyave, directora de la fundación de la compañía, gracias al acompañamiento de la empresa en otras comunidades se dieron cuenta de las necesidades sociales que existían en La Guajira, donde se estimaba una pobreza de 66% y hasta el 2020 se había apreciado que sólo el 4% de la población contaba con acceso a fuentes de agua mejorada.
“No se podía ignorar eso, y además se veía un interés del Gobierno de mejorar las condiciones en el lugar y eso nos motivó mucho como compañía y como Fundación”, aseguró.
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Según la directiva, los resultados del proyecto reflejan, a partir de las alianzas, que más de 1.800 familias hayan recibido filtros de agua, así como también la construcción de 12 sistemas comunitarios de aguas que benefician a cerca de 2.000 familias.
“Uno de esos sistemas es a nivel escolar, que está impactando a más de 600 estudiantes y se estarán terminando dos más, es decir que serán 14 sistemas. Además de esto, 18 comunidades están certificadas como libres de defecación al aire libre y otras 10 en proceso de verificación previa a la certificación”, afirmó.
En la misma línea, Arroyave confirmó que se han entregado 104 contenedores de residuos hospitalarios para el almacenamiento de residuos en el Centro de Salud Nazareth, para minimizar el riesgo de contaminación y proliferación de vectores.
Por otra parte, mencionó que se hizo un aporte de US$1,5 millones para un proyecto que terminaría a finales de marzo, motivados, especialmente por el desarrollo en la zona rural y los asentamientos humanos.
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“Eso nos ayudó a seguir adelante con el proyecto que actualmente está en manos de Unicef. Ellos van elaborando y avanzando de acuerdo a las necesidades y sobre cómo mejorar en temas de educación, equidad de género, etc. Estos son programas bastante integrados”, agregó Arroyave.
Firma de acuerdo para suministro de agua y energía en La Guajira
Mauricio Moreno / EL TIEMPO
La directora también aseguró que las comunidades indígenas de La Guajira tienen tareas para la sostenibilidad de los sistemas, por lo que ha sido clave la capacitación, que ha contribuido en la formación de grupos para darle seguimiento a esos proyectos, sobre cómo mantenerlos.
“Esto tuvo mucho que ver con el liderazgo de las mujeres, quienes han tomado la tarea de seguir adelante con esto y darle gerencia y seguimiento y cómo ellas también han hablado de ampliarlo en otras comunidades que no han podido recibir estos aportes”, dijo.
Adicionalmente, añadió que estos proyectos empresariales en el territorio han mejorado la calidad de vida de la comunidad, aportando salud e higiene.
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Respecto a las expectativas de las certificaciones, explicó que hasta la fecha se cumple con los requerimientos demandados para continuar con los programas de saneamiento.
Por esta razón, ante la posibilidad de extender las licencias, el programa se tendría que disponer ante la junta directiva de la empresa para tomar decisiones.
“La reunión se haría al terminar el programa y al recibir los informes finales. Una vez se tengan los resultados, se evalúa la posibilidad de extenderlo y tal vez en otra región”, informó.
DIANA K. RODRÍGUEZ T.
Periodista Portafolio
