“El nivel de crecimiento tan acelerado que lleva el mercado aéreo colombiano está desbordando la oferta que nuestras aerolíneas son capaces de ofrecer”. Con esas palabras se refirió recientemente Juan Carlos Salazar, director de la Aerocivil, al explicar algunas de las razones que llevaron a Avianca a cancelar vuelos hacia sus principales destinos y suspender la venta de boletos por dos días.
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¿Pero qué tanto ha crecido la demanda de transporte aéreo en el país para afectar la operación de una aerolínea? De acuerdo con cifras de la Aeronáutica Civil, en los últimos ocho años el número de personas que prefirió viajar en avión aumentó 76%, al pasar en 2010 de 20,2 millones de pasajeros transportados a 35,6 millones en 2017. Además, los números de la entidad calculan que en los próximos 12 años los viajeros que pasarán por los aeropuertos del país serán 94,3 millones.
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Los anteriores números son jalonados principalmente a los cambios que ha tenido el país en seguridad, gracias al proceso de paz con la Farc, que han motivado la llegada de 6,53 millones de turistas al país, una cifra récord para ese sector en 2017, que creció 28,3 frente al año inmediatamente anterior.
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Aerolíneas como Viva Air transportan mensualmente alrededor de 12.700 clientes y le apuesta al crecimiento para este año con adquisición de nuevos aviones . Por su parte, Latam espera que para este 2018 su crecimiento de pasajeros transportados esté alrededor del 5%. “Esta es una perspectiva conservadora teniendo en cuenta algunos factores coyunturales y estructurales que definitivamente tienen impacto en la demanda”, dice la aerolínea.
Este incremento ha sido apalancado en parte por la transformación de los aeropuertos del país, que el Gobierno ha adelantado en últimos años a través de la Aerocivil y la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), con inversiones cercanas a los $5,1 billones. Una de las grandes apuestas está en la construcción del segundo aeropuerto para Bogotá: el Dorado 2.
Adicionalmente, la Aerocivil trabaja para ampliar la oferta de usuarios a destinos que son de difícil conectividad y carecen de servicios aéreos comerciales. En otras palabras, la autoridad aérea dio pista para que empresas que funcionaban con vuelos chárter ahora lo hagan con sus propios itinerarios para volar estos destinos.
Según información entregada por la Aerocivil a Portafolio.co, solo dos compañías han hecho solicitudes para operar estas rutas: Transpacifico, que solicitó operar desde Cali hacia Timbiquí, López de Micay y Pizarro. Aviocharter solicitó la operación de 10 rutas, entre las que se destacan Guaymaral – La Macarena, Villavicencio – La Macarena, Villavicencio – Mitú -Villavicencio y La Macarena - Cali -La Macarena. Operaciones que iniciaron desde el pasado 18 de julio.
De acuerdo con Juan Carlos Salazar, director de la Aeronáutica Civil, con los taxis aéreos cubriendo estas rutas “el país pasaría de tener seis aerolíneas a contar con 60”.
Por otra parte, Avianca planea para el próximo 28 de octubre lanzar una nueva red de rutas, con la que busca normalizar sus operaciones. Adicionalmente, espera sumar a su flota aviones Boeing 787 y Airbus A350 para completar 200 aviones de la compañía en vuelo.
Mientras que Latam en Colombia sigue explorando nichos de mercado descentralizando la operación de Bogotá. “En los últimos años se ha ampliado la conectividad directa desde ciudades como Cali, Cartagena, Medellín y San Andrés y para 2018 continuaremos con esta estrategia con el objetivo de seguir estimulando el mercado para ampliar la demanda”, asegura la aerolínea.
A su vez, Viva Air explora a abrir las rutas Bogotá-Cartago, Santa Marta - San Andrés, Santa Marta - Bucaramanga y Santa Marta-Pereira o Cartago. “Estamos analizando nuevos destinos al interior del país y vamos a tener más frecuencias en las rutas actuales”, precisa la compañía.
