Si bien Uber ha sido el elemento disruptivo que más genera ruido en el mundo de las aplicaciones, son varias las apps que, de alguna u otra forma, han transformado cada una de sus industrias en los últimos años en Colombia.
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Es así como Airbnb dio un golpe en la mesa replanteando el modelo y tipo de alojamiento; Rappi creó, al contrario de otras aplicaciones, unos nuevos intermediarios, como los ‘rappitenderos’; Fluvip se encargó de conectar marcas con influenciadores en Colombia, Perú, Estados Unidos, Argentina y también Brasil, y Hogaru fue el antídoto para el dolor de cabeza de los hogares a la hora de reservar servicios de limpieza.
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Incluso, esta digitalización de la economía ha puesto a las compañías a repensar sus modelos de negocio, a tal punto que firmas como Masglo quieren lanzar una app que ofrezca servicios profesionales a domicilio de manicure y pedicure. Igualmente, un restaurante, El Tambor, estrenará otra con el fin de que los comensales no tengan que hacer fila en sus sedes.
Para Andrés Felipe Ángel, experto en tecnología, “esta transformación tecnológica ha cambiado las reglas de juego en todos los sectores, incluso hasta en las áreas de servicios domésticos. Esto ha sido un reto en los mercados formalizados, como el de turismo y transporte. Ha sido sin duda positivo, pero al mismo tiempo negativo por lo difícil que resulta regular las aplicaciones.
Por otro lado, para que Colombia pueda evolucionar en creación de nuevas apps debe haber nuevas políticas públicas y grandes inversiones que se complementen con el talento local”.
Por otro lado, César Ferrari, doctor en Economía y docente de la Universidad Javeriana, fue más allá al argumentar que este proceso de digitalización “va a generar cambios notables, los cuales no van a tomar mucho tiempo. Los centros comerciales van a desaparecer para convertirse en centros de entretenimiento, por lo que se van a generar mayores compras a través de internet. Incluso hoy día ya se puede ver esto, porque gran parte de los locales están cerrando y siendo reemplazados por ofertas de experiencia como restaurantes, casinos, boleras, entre otros”.
Ferrari agregó que hay “aplicaciones que van a tener tanto poder como Uber y Airbnb, que obligarán a modificar la legislación, porque la presión ciudadana va a ser cada día más grande”.
De acuerdo con Mario Castaño, director Técnico del Centro de Investigación de las Telecomunicaciones (Cintel), “actualmente cerca de 64% de la población usa internet y la mitad de estos está familiarizada con el uso de las aplicaciones, lo cual le da a las compañías un espacio importante de mercado de clientes potenciales. Hay 10 o 15 millones de usuarios avanzados en este tema que reservan transporte a través de sus celulares y 40% compra paquetes de turismo mediante este canal”.
Castaño expresó que serán exitosos aquellos emprendimientos que resuelvan problemas en las cadenas productivas o de valor de las grandes compañías. Esto porque van a optimizar los procesos y acabarán con los intermediarios, o incluso los crearán, como lo ha hecho Rappi.
En esta misma línea, se estrenó hace unos meses Teaté, la app que les permite a los tenderos ampliar su portafolio, reducir costos y simplificar la forma de administrar sus negocios, al tener una conexión directa con los proveedores de servicios y los fabricantes.
PERFIL DE LOS CONSUMIDORES DIGITALES
Según un estudio de Cintel, los consumidores colombianos también están siguiendo la tendencia de buscar experiencias, más que de consumir productos y, para ello, hacen cada vez más uso de aplicaciones, las cuales están relacionadas con solicitar un servicio de transporte (50%), pedir domicilios de alimentos (30%) o mirar información del tránsito (27%).
Asimismo, el análisis detalló que “en cuanto a la conectividad y el uso intensivo del internet, el 67% se conecta varias veces al día por teléfono, lo que evidencia que cada vez más los usuarios usan su dispositivo móvil para consultar sus aplicaciones en varios períodos de tiempo del día”.
Para conectarse, utilizan más la red en casa (87%), seguido de los datos del celular (81%), y el wifi gratuito (49%). Otro dato interesante del documento es que cerca del 30% de los consultados señaló que se conectó gracias a que otra persona le compartió los datos del celular.
Andrés Quintero
felveg@eltiempo.com
