En alguna ocasión invitamos a Salomón Kalmanovitz a visitar la Universidad y un alumno lo increpó con vehemencia preguntándole los motivos de los cambios que ha tenido en su larga vida intelectual. Salomón respondió, con la ironía que suele utilizar, que ello había ocurrido “por su legítimo derecho a cambiar”.
En su reciente libro 'Ejercicios de Memoria', Salomón se refiere a la ocasión en que tras criticar el programa económico de las Farc por intentar replicar modelos fracasados en la URSS, dicha organización lo calificó de camaleón.
Al hacer un balance de su paso por el Banco de la República el autor critica la antigua práctica de emitir dinero para el Gobierno y para el sector privado lo mismo que cuestiona la utilización de la devaluación para favorecer a los exportadores, generando un impacto inflacionario. Además, critica la injerencia del ejecutivo que menoscababa la independencia del banco, agravada con la reelección presidencial que logró para sí mismo Álvaro Uribe, pues en sus dos periodos presidenciales nombró a la mayoría de los miembros de la Junta Directiva del Banco. Como ocurrió con la actual Junta.
Recuerda también que en diciembre de 2004 el presidente Uribe se mostró inconforme con la revaluación, agravada por la política del propio Gobierno de endeudarse en dólares y venderlos en el mercado local. Ese gobierno propuso entonces asumir el control de cambios, quitándole al Banco Central esa potestad, fundamental para la integridad de la política monetaria, pero frente a la oleada de criticas, dicha propuesta se dejó de lado.
Tras su decepción con las políticas del troskismo, que había profesado desde joven, Kalmanovitz reconoce como revelador haber conocido la obra de Douglas North que le abrió nuevos horizontes para estudiar la historia del país. Y destaca que North fusionó la historia económica con el análisis de las instituciones permitiendo entender tanto sociedades modernas como subdesarrolladas. Así pasó de explicar el atraso solamente por la dependencia hacia considerar además la trayectoria histórica de instituciones legadas por la colonización hispánica, con apoyo de la Iglesia católica. Esta visión considera las relaciones sociales a partir de los derechos de propiedad y las instituciones, como incentivos que guían a los agentes económicos. Y destaca el aporte de Max Weber, al mostrar cómo el calvinismo y el protestantismo son más afínes al espíritu del capitalismo que el cristianismo católico.
¡Y reivindica para el Estado el monopolio de la fuerza y de la fiscalidad frente a actores privados ilegales!
Kalmanovitz pone en evidencia que Manuel José Cepeda, como magistrado ponente de la reelección de Uribe conceptuó que dicho cambio no alteraba el equilibrio de poderes. Y narra que cuando le dijo a dicho magistrado que su concepto favorable a Uribe estaba amañado, aquél se enfureció e increpó a Kalmanovitz por no saber de leyes. Pero recuerda Salomón que posteriormente el padre del magistrado Cepeda fue nombrado embajador en Francia.
BEETHOVEN HERRERA VALENCIA
Profesor universidades: Nacional, Magdalena y Sergio Arboleda
