De acuerdo con la encuesta del Dane sobre la calidad de vida de los colombianos, en materia de conectividad se ha presentado un avance significativo en el país. En el caso puntual de los centros poblados y rural disperso, se evidenció que un poco más de 1,1 millones de hogares tienen acceso a internet, lo que equivaldría a un 28,8%, y se traduce en 4,9 puntos porcentuales por encima a la cifra registrada en 2020 (23,9%).
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Pero si bien hay un adelanto, impulsado principalmente por los estragos de la pandemia, lo cierto es que todavía siguen existiendo retos que nos alejan de cerrar la brecha digital en Colombia, como por ejemplo los desafíos entorno a la infraestructura.
Bajo esta línea, Lucas Gallitto, director para América Latina de GSMA, organización de operadores móviles, afirma que el principal foco de atención a la hora de cubrir las zonas rurales está ligado a tener un modelo económico sostenible, seguido de contar con un estrecho trabajo entre el sector público y privado.
“Por un lado, desplegar infraestructura en áreas remotas puede costar hasta el doble que en áreas urbanas. Por el otro, existe un bajo nivel de demanda de los servicios de internet móvil en poblaciones rurales, y aquí entra en juego la brecha de uso, que en América Latina llega hasta al 40% de la población. Esta situación genera un reto comercial que afecta los modelos de negocio tradicionales”, explica Gallitto.
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El experto agrega que expandir la conectividad también tiene que ver con abordar la brecha de uso e incrementar la demanda de servicios móviles. “La población que tiene cobertura, pero no la utiliza se enfrenta a obstáculos como la falta de aptitudes digitales”.
Por su parte, Jorge Negrete, presidente de Digital Policy & Law Group y experto en telecomunicaciones, afirma que hay dos acciones concretas que se deben tener en cuenta para seguir conectando a la población rural de Colombia: primero el precio del espectro y lo segundo el trabajo mancomunado con las alcaldías y gobernaciones.
“Mientras los precios del espectro permanezcan altos, le vamos a estar negando la posibilidad de que más personas que viven en áreas rurales accedan a conectividad. Segundo hay que invitar a trabajar en los temas de conectividad a las alcaldías y a los departamentos”, precisa Negrete.
EMPRESAS PRIVADAS
Desde el lado privado, las empresas de telecomunicaciones vienen trabajando en el despliegue de infraestructura y adelantando pilotos de internet con el fin de llevar conectividad a zonas apartadas de Colombia. De acuerdo con el operador Telefónica, la empresa, que ha venido avanzando en conectividad, adelanta el piloto de ‘Internet para todos’ en cinco localidades, el primero realizado en Santa Sofía, Amazonas, busca beneficiar a más de 7.000 personas de las comunidades indígenas.
Por su parte Claro ha manifestado que una de sus prioridades es llegar a la Colombia rural, por ello espera conectar a 1.348 localidades en 30 departamentos que nunca han tenido acceso a internet móvil. Cabe recordar que la empresa llega actualmente a 1.098 municipios con red propia.
(Solo tres de cada 10 hogares rurales tiene acceso a internet).
El balance del operador Tigo destaca que la compañía ha conectado a más de 400 localidades que nunca habían tenido acceso a internet de alta velocidad. Mientras que el cuarto operador, Wom, señala que ha conectado por primera vez a 674 comunidades en zonas rurales del territorio nacional, beneficiando a 450.000 personas en 24 departamentos.
JOHANA LORDUY
