Gracias a las ventas de libros en el mercado interno colombiano, el sector editorial compensó la caída de las exportaciones y alcanzó cifras sostenidas de crecimiento de entre el 3 y el 5%.
"Hemos crecido en el mercado local en un porcentaje de entre el 7 y el 10 %, compensando la caída de las exportaciones con el mercado interno. Al final hemos ido creciendo todos los años una cifra modesta en conjunto entre un 3 y un 5 % por la caída de las exportaciones que nos ha golpeado duro", así lo detalló el presidente ejecutivo de la Cámara Colombiana del Libro, Enrique González Villa.
El líder gremial afirmó que para este año, y para el 2018, hay una perspectiva positiva "a pesar de la reforma tributaria que ha supuesto un aumento del IVA que ha quitado dinero del bolsillo de los consumidores" y estimó que "hasta que eso se asimile" el sector va a perder ventas durante unos meses.
A esto sumó que en Colombia hay poca tradición lectora. "Leemos un promedio de dos libros por habitante al año, pero estamos en una nación joven y la población aprendió a leer y escribir hace relativamente pocos años", sostuvo.
Con este panorama, el directivo pidió a las familias y al sector educativo trabajar conjuntamente para motivar a los niños y jóvenes a ser “grandes lectores” y a que “amen la lectura”.
En cuanto a las tendencias del sector, González señaló que ahora "es mucho más fácil hacer negocios de derechos y más difícil exportar libros, porque tienen que viajar por tierra y mar haciendo una travesía larga y costosa".
A esto agregó que el sector editorial ha experimentado un crecimiento en las exportaciones de “derechos de autor” y consideró que “no es malo” que los autores de país trabajen con grandes editoriales extranjeras que pongan sus obras en manos de los lectores con buenas ediciones y traducciones.
Finalmente, el líder de la Cámara Colombiana del Libro, destacó el potencial del sector de las ‘editoriales independientes’ en el país. Actualmente hay más de cuarenta empresas de este tipo.
De acuerdo con cifras del gremio, en 2015 se vendieron en el país suramericano cerca de cuarenta millones de libros, aproximadamente uno por habitante, y se exportaron productos editoriales valorados en 41 millones de dólares.
