Para la religión católica, la Biblia es considerada como el libro sagrado y la base del cristianismo, judaísmo y catolicismo, entre otras religiones del mundo.
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Se trata de una compilación de textos, divida en el Antiguo y el Nuevo Testamento, que registraron eventos históricos sobre la relación entre Dios y la humanidad.
A través de ella, se ha mantenido vivo el testimonio de la existencia de Jesucristo y otros personajes que fueron la piedra angular de lo que hoy es la religión católica.
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Además, en ella se pueden observar varias referencias sobre economía y finanzas que pueden ser útiles para entender la importancia histórica del ahorro y otros conceptos económicos fundamentales.
En el marco de la conmemoración de la Semana Santa, Portafolio le cuenta algunas referencias económicas que contiene la Biblia en sus páginas.
Esta es una de las parábolas que mejor retrata los ciclos económicos. Esta referencia está descrita en Génesis 41 del Antiguo Testamento y relata que cuando el faraón le pidió a José interpretar un sueño en el que siete vacas gordas devoraban a siete vacas flacas, este predijo siete años de abundancia, después de los cuales seguirían siete años de hambruna. Esto permitió que se acopiara alimento suficiente en los primeros siete años para afrontar los siguientes siete años.
Otra referencia está en Proverbios 28:22. Allí la Biblia advierte en no esforzarse por ser ricos de manera rápida y fácil.
“Se apresura a ser rico el avaro. Y no sabe que le ha de venir pobreza”.
Además, la Biblia también señala en Proverbios 22:7 que “el que toma prestado es siervo de aquel que presta”, en alusión a evitar las deudas o en pagarlas rápidamente.
Este es uno de los milagros más destacados que se le atribuye a Jesús. Con este acto quiso fortalecer la fe de sus discípulos.
Con una pequeña cantidad de alimento, Jesús fue capaz de dar de comer a toda una multitud.
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Los Evangelios describen que con apenas cinco panes y dos peces, Jesús logró multiplicarlos y saciar el hambre de unas cinco mil personas reunidas en una fiesta.
Esta referencia es considerada como una alusión a la abundancia.
Aunque se ha interpretado que la Biblia tiene principios de austeridad que muchos critican, lo cierto es que en ninguna parte de los textos Dios condena la riqueza y la adquisición de fortuna.
De hecho, en las escrituras existen referencias de varios personajes bíblicos muy ricos y exitosos económicamente.
Uno de ellos es Abraham. En Génesis 13:2 se describe como “riquísimo en ganado, en plata y en oro”.
También está el rey David, quien era rico. Además su hijo Salomón también llegó a ser próspero.
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