Según el medio especializado Universo Garden Angels, el aura es la energía que rodea a los seres humanos, como así también a los animales. Algunas creencias espirituales sostienen que es una emanación que se manifiesta con diferentes colores y qué demuestran cómo es nuestra esencia y personalidad, entre otras tantas características.
¿Cómo puedo ver mi aura en el espejo?
Para poder ver estos colores que nos acompañan, existen diferentes técnicas y métodos, sin embargo, el más efectivo es el del espejo. El primer paso es colocarse frente a un vidrio que esté bien iluminado y observar con detenimiento la cabeza y la zona de los hombres.
La concentración es fundamental porque solo de esta forma podrá percibir el color o resplandor que lo rodea y que responde al aura.
También existe otra forma que es con una hoja papel o una pared blanca. Una vez que localice cualquiera de los dos elementos, poner la mano a unos 15 centímetros de distancia y mantener una respiración calma. Esto le permitirá estar enfocado para ver el tono que empezará a sobresalir y que responde a su campo energético.
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Aura
Fuente: IStock
Significado del color del aura
La paleta de colores que emana su cuerpo podrá determinar cómo es su estado emocional.
Verde: armónico y esperanzado.
Azul: tranquilo, sincero e idealista.
Amarillo: resolutivo y carismático.
Naranja: equilibrado y alegre.
Dorado: pureza y liderazgo innato.
Violeta: creativo y transmutador.
Rosa: compasivo, sensible y romántico.
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¿Se puede cambiar el color del aura?
Sí, es posible. El aura es un reflejo del alma y los sentimientos, pero así también responde a los pensamientos. Siempre se puede mejorar y lograr un color que refleje de manera más fidedigna cómo somos en verdad. Para lograrlo se deben aplicar ciertas técnicas:
- Meditación: enfocar los pensamientos, controlar la mente y los pensamientos para que el campo energético genere colores favorables.
- Mente y entorno positivo: nada mejor que ser agradecido con los logros y las posibilidades que brinda la vida. Pero esto también debe estar complementado con un círculo social que se comporte de la misma manera.
- Trabajo emocional: identificar las acciones negativas es el primer paso. Trabajar para cambiarlos es el segundo. El tercero viene solo, un cambio de actitud desemboca en una modificación de los colores del aura.
