Los anteojos o gafas de sol son uno de los accesorios más comprados a nivel mundial, pues a estos se les atribuye estilo y practicidad, pues sirven también, como dice su nombre, para proteger los ojos de los rayos ultravioleta.
Sin embargo, su entrada a la popularidad se popularizó en una época importante en el siglo XX, no solo por lo trágico que fue, sino por sus repercusiones en el futuro: la Segunda Guerra Mundial.
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Y es que el contexto del conflicto que más vidas se llevó en la historia de la humanidad da a pensar muchas cosas. Sin embargo, pese a ese entorno y época hostil, estas lograron establecerse en el mercado.
En el año 1933, la Fuerza Aérea de los Estados Unidos realizó un encargo a Baush y Lomb para que fabricaran unas gafas de sol para proteger los ojos de sus pilotos contra los rayos solares.
Esto fue el origen de los anteojos Ray-Ban y su modelo Aviator, cuyo primer par se produjo en 1936, pero que salió a la venta en 1937.
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Y fue uno de éstos, concretamente el general Douglas MacArthur, el que convirtió aquellas gafas militares en mundialmente famosas. pic.twitter.com/9IDGDAGR1w
— Iván Fernández Amil (@ivanfamil) June 6, 2024
Estas gafas estaban polarizadas y contaban con unas lentes color verde oscuro para sustituir a las gafas protectoras que usaban los pilotos de aviación. En poco tiempo se convirtieron en un elemento más del uniforme de la Fuerza Aérea estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, solo les faltaba dar el salto a la fama. El producto necesitaba ser conocido y para ello, recurrieron al general Douglas MacArthur, quien fue considerado uno de los principales 'héroes' del ejército estadounidense en la Segunda Guerra Mundial.
Durante la invasión japonesa de Filipinas en 1941, los ejércitos estadounidense y filipino se habían visto forzados a retirarse. Ante esta situación desfavorable para los americanos, se ordenó a MacArthur ceder terreno y rendirse. Habían perdido Filipinas, pero el general dijo públicamente: "Volveré".
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El 20 de octubre de 1944, MacArthur desembarcó con el ejército estadounidense en Leyte y comenzaba la liberación de las Filipinas, que acabaría el 15 de agosto de 1945, con la rendición incondicional de Japón.
Aquel día en que MacArthur volvió a Filipinas, llevaba puestas unas Ray-Ban Aviator junto a su habitual gorra militar y su pipa de maíz. Las imágenes de aquel desembarco dieron la vuelta al mundo.
Muchos años después, en la década de 1980, una película protagonizada por un joven Tom Cruise volvería a dar a las Aviator un nuevo empujón de fama mundial. Aquella película se llamaba 'Top Gun'.
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