En los últimos años, las oficinas de planta abierta se han convertido en una tendencia en el mundo empresarial. Estos espacios, diseñados para fomentar la colaboración y la comunicación entre los equipos, ofrecen una alternativa atractiva a los tradicionales cubículos y despachos cerrados. Sin embargo, el ruido se ha convertido en uno de los mayores problemas de esta nueva tendencia, ya que la ausencia de barreras que dividen los puestos de trabajo, facilitan la propagación del ruido.
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De acuerdo con un estudio del Foro Económico Mundial, cuando un trabajador está expuesto a ambientes altamente ruidosos, el rendimiento laboral se reduce con el tiempo, ya que afecta la capacidad de los empleados para pensar con la misma claridad que en lugares más tranquilos. Lo que puede reducir la productividad en hasta un 66%.
Ante este desafío, cada vez más empresas deciden invertir en el tratamiento acústico o insonorización de las oficinas, lo que ayuda a reducir la reverberación del sonido y minimizar la transmisión de ruido entre espacios, creando un ambiente más tranquilo y propicio para que los empleados se enfoquen en sus tareas con mayor claridad y eficacia, sin verse afectados por distracciones externas o internas.
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Juan Duque, cofundador de DBA Acústica, compañía que ha trabajado en más de 50 proyectos de este tipo en todo el país, señala que el acondicionamiento sonoro de los espacios de trabajo mejoran la claridad del sonido en hasta un 80%, ya que al instalar materiales fonoabsorbentes en paredes, techos y mobiliario, como paneles, alfombras y mamparas de aislamiento acústico se absorbe el sonido y se disminuye la propagación del ruido por el espacio.
“El tratamiento acústico de las oficinas o espacios de trabajo debe ir de la mano con el diseño arquitectónico e interiorismo, para crear una solución funcional que no afecte la estética del lugar. El acondicionamiento sonoro no solo mejora la concentración individual, sino que también facilita la comunicación y la colaboración entre los equipos. Al reducir el ruido de fondo, las conversaciones y las reuniones se vuelven más claras y efectivas, lo que fomenta una mayor interacción y un flujo de trabajo más fluido”, puntualiza el cofundador de DBA Acústica.
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Así mismo, agrega que, el acondicionamiento acústico también tiene un impacto positivo en la percepción de la empresa por parte de los clientes y visitantes. Ya que un ambiente tranquilo transmite una imagen de profesionalismo y cuidado hacia quienes interactúan con la empresa, fortaleciendo así las relaciones comerciales y la reputación de la marca.
“Hemos trabajado con empresas como Sistecredito y Emtelco, elaboramos mediciones y simulaciones acústicas en sus espacios de trabajo para diseñar así una solución de acuerdo a las necesidades de cada lugar. En el sector BPO o de los contact center, el acondicionamiento acústico juega un papel fundamental ya que allí la comunicación entre los agentes y los clientes es la base de la operación. Por lo que un buen tratamiento sonoro garantiza que las conversaciones telefónicas sean claras y nítidas, facilitando la comprensión mutua y mejorando la calidad del servicio al cliente”, asegura el cofundador de DBA Acústica.
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Otro de los beneficios del tratamiento sonoro en los espacios de trabajo es la reducción del estrés y la ansiedad, un entorno silencioso y libre de distracciones le permite a los empleados concentrarse en sus tareas sin sentirse abrumados por el ruido de fondo. Esto ayuda a reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y promueve un estado de calma y relajación que es beneficioso para la salud mental y emocional del trabajador.
El tratamiento acústico o insonorización de las oficinas y salas de juntas es una inversión que puede generar importantes retornos en términos de productividad, bienestar y calidad de vida laboral. En un mundo empresarial cada vez más competitivo, este tipo de herramientas pueden marcar la diferencia al impulsar el rendimiento laboral.
