Teniendo en cuenta que las perspectivas futuras para la región se ven afectadas por las consecuencias de varias crisis superpuestas - se pasó de la pandemia (de covid-19) a la invasión rusa de Ucrania, a deudas más altas e inflación récord, inseguridad alimentaria y energética y, por supuesto, la crisis climática, todo lo cual se llama la nueva globalización fragmentada-, el nuevo presidente del BID, Ilan Goldfajn, en su discurso inaugural, expuso en Panamá su visión y prioridades para hacer de la institución el socio de desarrollo más fiable, ágil e importante para América Latina y el Caribe.
Los Gobernadores expresaron su apoyo a las propuestas del presidente, especialmente en las siguientes áreas prioritarias: Temas sociales. Pobreza, desigualdad, necesidades sanitarias e inseguridad alimentaria. Cambio climático. Inversión en mitigación y adaptación climática, y apoyo a los países para cumplir los objetivos del Acuerdo de París. Infraestructura física y digital sostenibles para impulsar la integración regional. Entre 2008 y 2017, América Latina y el Caribe destinaron solo el 2,8 % del PIB a infraestructura, la mitad que los países de Asia Oriental y el Pacífico. Áreas transversales en todas las actividades del Grupo BID, tales como género, diversidad e inclusión, así como el clima.
Los Gobernadores instruyeron que las reformas claves, previamente encomendadas al BID, se abordarán a través del proceso de desarrollo de la Nueva Estrategia Institucional para considerarlas en conjunto y tener en cuenta sus complementariedades, a través de tres acciones que darán forma al futuro del BID, de BID Invest y de BID Lab, que, juntos, conforman el Grupo BID. También la elaboración de una propuesta de ampliación de capital para BID Invest con el fin de implementar un nuevo modelo de negocio que aumente su impacto en el desarrollo a través del sector privado. Los Gobernadores aprobaron el inicio de negociaciones que culminarían en un nuevo modelo de financiamiento para BID Lab. Se espera que la Nueva Estrategia esta lista para la próxima Reunión Anual en 2024
El presidente Goldfajn destacó la necesidad de ver la efectividad en el desarrollo como un proceso holístico que incluye la focalización del impacto, la medición de lo que es importante, la buena gobernanza, el aprendizaje y el ajuste para adquirir conocimientos, y la meritocracia basada en la eficacia. Esto requerirá que el BID se comprometa a una transformación cultural que sitúe el impacto en el centro del Grupo. Lograr impacto es una responsabilidad compartida. El Grupo BID tendrá que centrarse más en el desarrollo de capacidades para ayudar a los países a garantizar la sostenibilidad del impacto logrado.
MANUEL JOSÉ CÁRDENAS
Consultor internacional
