Hasta el momento, luego de tres años, las emisiones de bonos temáticos verdes y sostenibles alcanzan los $3 billones, que han sido lideradas por los bancos.
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Los destinos de inversión de estos recursos han sido para proyectos de construcción sostenible, eficiencia energética, energías renovables y producción más limpia, entre otros.
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Asobancaria dice que es importante destacar que en las diferentes emisiones de bonos verdes que se han realizado se ha presentado sobredemanda de los títulos hasta por 3,6 veces los montos ofertados, lo que demuestra el apetito de los inversionistas por este tipo de instrumentos que generan un valor que va más allá del financiero, logrando impactos positivos, en este caso en proyectos que aportan al crecimiento verde, a la descarbonización de la economía y a la lucha contra el cambio climático.
Por su parte, con los bonos sociales se financian proyectos de inclusión financiera para generar empleo, reducir la desigualdad del ingreso, activar economías regionales, promover la integración y el empleo de grupos vulnerables, fortalecer la igualdad de género y reducir la brecha salarial entre hombres y mujeres, y financiar micro y pequeñas empresas, negocios rurales o de mujeres y actividades pertenecientes a víctimas del conflicto armado.
Y para el futuro se habla de la emisión de bonos azules, que podrían apalancar proyectos en regiones costeras o en islas y por ejemplo, servir para la financiación de la reconstrucción de las Islas de San Andrés y Providencia.
