Volver a la oficina después de una temporada de descanso o tras trabajar un tiempo desde casa puede ser una tarea desafiante para muchos, en especial, por el esfuerzo que puede significar adaptarse nuevamente al ritmo laboral.
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La angustia a la hora de enfrentarse al ámbito laboral existe, pero hay quienes experimentan ese reto con un nivel más alto de dificultad.
El miedo excesivo o irracional al lugar de trabajo se conoce como ergofobia y se puede manifestar en forma de ataques de pánico, insomnio, dolores de cabeza y problemas gastrointestinales. Si bien no es sencillo determinar su origen, esta puede afectar de manera negativa el rendimiento laboral y las relaciones interpersonales en el entorno de trabajo.
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Cómo prevenirlo
Los expertos recomiendan varias estrategias para poder hacerle frente a la angustia que puede generar el retorno a la oficina. Estas incluyen:
- Espacios verdes: incorporar elementos naturales como más entradas de luz o plantas no solo puede contribuir a la mejora de la productividad, sino también a generar un ambiente que reduzca la ansiedad y mejore el estado de ánimo.
- Planificar sesiones de relajación: las actividades 'mindfulness' o meditación son claves para contribuir al bienestar emocional de los empleados.
- Fomentar la actividad física: las sesiones de ejercicio en la rutina laboral pueden ser un buen ejercicio para aminorar el estrés y cuidar la salud mental.
- Ajustar los horarios: establecer u organizar una rutina contribuye a reducir el nivel de angustia, puesto que generan la sensación de control y confianza. Permitir una adaptación gradual a la rutina laboral también es un buen primer paso para no abrumarse de entrada.
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