Colombia atraviesa por un periodo complejo en materia económica y desde ya múltiples expertos y sectores productivos están lanzando diversas advertencias frente al mercado laboral en el país, el cual se enfrenta a múltiples retos, especialmente en lo relacionado con un posible repunte de la informalidad en el mediano y largo plazo.
Durante el 33 Congreso Nacional de Cajas de Compensación Familiar, que se realiza en Barranquilla, Adriana Guillén Arango, presidenta Ejecutiva de Asocajas, planteó diversos retos que le esperan al país en esta materia y puso sobre la mesa, la necesidad de “recomponer”, la estructura y el sistema con el que actualmente se genera empleo.
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“Según el Foro Económico Mundial, se calcula que, si bien se desaparecerán 83 millones de empleos con una pérdida neta total de 14 millones de plazas de trabajo, para 2025 tendremos 149 millones de nuevos trabajos digitales disponibles. El 86% de las empresas incluirán en los próximos cinco años el uso de plataformas digitales y aplicaciones; 76% demandarán servicios a través de infraestructuras, plataformas o sistemas de software”, dijo la vocera gremial.
Trabajadores
Mauricio Moreno. Archivo EL TIEMPO
Ante esto, la presidenta de Asocajas sostuvo que para estar a la vanguardia en el mercado, es necesario pasar de propuestas ordinarias “que no han demostrado efectividad práctica”, a la generación de medidas extraordinarias y novedosas que favorezcan el crecimiento y la productividad, para de esta forma poder que el país se inserte en el mercado internacional.
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“Lograr crecimiento dependerá de tres factores en los cuales debemos enfocarnos: 1. Productividad laboral, 2. inserción tecnológica y 3. Innovación. Todo ello necesario para lograr que las pequeñas unidades productivas, que son la mayoría de las empresas del país y que sobreviven apenas sin mayores cambios modifiquen sus productos y procesos con el fin de añadir más valor por unidad de producto”, agregó Guillén.
Según Asocajas, se debe tener presente que las necesidades y formas de producción en el mundo han cambiado y que los países desarrollados ya no solo buscan mano de obra barata, sino calidad y eficiencia en temas logístico y personal que esté formado en el uso de las nuevas tecnologías.
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“El 72% de nuestros trabajadores informales coincide con los niveles más bajos de formación, es decir a una informalidad estructural o de subsistencia. Para que esa población abandone el trabajo de subsistencia y se inserte productiva y socialmente el reto radica en personas mejor calificadas. Urge superar las rigideces de la formación”, concluyó.
La presidenta de Asocajas hizo un llamado a las empresas y al Gobierno nacional para que trabajen de la mano en la búsqueda del cumplimiento de estas metas y lleven el debate sobre la modernización del mercado laboral, más allá de las diferencias que puedan existir entre los diferentes sectores de la sociedad.
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