Las empresas que se dedican a la producción de cannabis medicinal están en una tarea de ‘evangelización’ con las entidades financieras para que entiendan la importancia y el potencial de esta agroindustria en el país.
Así lo señala Rodrigo Arcila Gómez, presidente de la Asociación Colombiana de Industria de Cannabis, Asocolcanna, al explicar que se dan los primeros pasos.
“Esperamos que el Banco Agrario realmente se vuelva un soporte muy importante para este sector. El 21 de junio del año pasado aceptó en su junta directiva darle apoyo a la industria del cannabis en tres etapas. La primera, que está en plena marcha, es la apertura de cuentas. La segunda consiste en la concesión de créditos y la tercera tiene que ver con la monetización de dinero (capacidad para traer e capital de los inversionistas a Colombia)”, explicó.
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El directivo agregó que “estamos haciendo un proceso de pedagogía con otras entidades financieras para que vean que este va a ser un sector importante para la economía. A través de Asobancaria hemos hecho un proceso de evangelización”.
Arcila reconoce que es comprensible que todavía existan algunas reservas sobre la actividad, pero recalcó que hoy esta industria naciente trabaja por la salud de los colombianos y en el pasado el cannabis estuvo asociado a la violencia.
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A su juicio, hoy existe una barrera fuerte y diferencial que hace que la producción vaya a lo científico y medicinal con empresas que tienen altas prácticas de calidad y de gobierno corporativo, y blindadas de lavado de activos, terroristo, sobornos. Todas, ajustadas al cumplimiento de principios éticos frente a los ciudadanos, los pacientes y las autoridades.
Asocolcanna empezó funciones en enero del año pasado. Cuenta con 26 afiliados, las empresas más representativas del sector y que avanzan en sus objetivos de producción. Para este año se espera que varias exporten, especialmente extractos y derivados del cannabis con efectos medicinales y científicos.
En este proceso de desarrollo de la industria, Arcila subraya el interés de que pequeños productores también tengan cabida en el negocio, en consonancia con un decreto que exige que a partir del quinto año de inicio de operaciones, las empresas deben utilizar la producción de los pequeños y medianos cultivadores en un 10%, siempre y cuando se cumplan ciertos requisitos en términos de buenas prácticas y de calidad.
En total, Asocolcanna tiene la meta de tener unos 30 a 35 afiliados al finalizar el 2019.
El desarrollo de la industria es dinámico y los planes productivos avanzan en más de 15 departamentos de Colombia. Por ejemplo, la industria tiene presencia en Santander, El Eje Cafetero, La Sierra Nevada de Santa Marta, Tolima, Valle, Meta y Cauca.
Las empresas han empezado a producir en áreas que van de 3 a 10 hectáreas, con proyecciones de incrementar hasta 20 hectáreas. Sin embargo, el aumento dependerá del desarrollo industrial y de las investigaciones científicas.
La industria contrató con Fedesarrollo un estudio con el fin de conocer el potencial y la situación de la naciente industria, al tiempo que alista para septiembre un foro especializado en Bogotá para profundizar sobre el estado y los retos del negocio en el país.
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