Superadas las elecciones presidenciales, en donde el triunfo de Iván Duque prácticamente ya había sido descontado por los mercados, no se esperaban mayores emociones.
Sin embargo, la jornada de ayer en Colombia se caracterizó por las grandes variaciones del dólar y de las acciones, así como caídas en la deuda pública, ocasionadas principalmente por un factor externo con nombre propio: los temores de que la guerra comercial propiciada por Estados Unidos siga escalando.
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Por un lado, el precio de la divisa en el mercado colombiano volvió a superar los 2.900 pesos, al negociarse en un promedio de 2.919,19 pesos. Esto es, un incremento de 29 pesos frente a la TRM que estaba vigente ayer.
Y es que si bien el presidente electo ha sido reconocido como amigable con los mercados, la realidad es que entre los inversionistas pesó mucho más el tema comercial.
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En la práctica, los temores radican en que después de que el presidente de EE. UU., Donald Trump, continuara anunciando aranceles a las importaciones; China -el más reciente afectado- anunció que tomaría disposiciones similares frente a los productos estadounidenses.
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Este nerviosismo frente a una guerra comercial de dos grandes ha hecho que las monedas emergentes se devalúen, pues los inversionistas están buscando refugio en activos considerados más seguros.
Mientras tanto, la deuda pública siguió en desvalorización, pues el interés del papel que vence en el 2024 aumentó a 6,17 por ciento, tras conocerse el Marco Fiscal de Mediano Plazo.
Por otra parte, el mercado accionario colombiano tuvo una mejor sesión. Ayer, el índice Colcap de la Bolsa de Valores de Colombia (bvc), avanzó 0,93 por ciento, al ubicarse en 1.555 unidades.
OTRAS REACCIONES
Calificadoras de riesgo y centros de análisis en el exterior han visto con buenos ojos la elección de Iván Duque como presidente de Colombia para el periodo 2018-2022.
Por un lado, Fitch Ratings dijo que esta elección debería apoyar la continuidad en las políticas económicas (incluyendo régimen de tasa de cambio flexible e inflación objetivo), las cuales son, en su concepto, coherentes y creíbles, lo que se convierte en una fortaleza para la calificación del país.
De todas maneras, recordó que el impulso a la economía y sobre todo la consolidación en el frente fiscal son los principales desafíos.
Como se recuerda, las agencias calificadoras han dicho que si bien este año se puede cumplir con la regla fiscal (3,1 por ciento del PIB), el año entrante el tema luce más complicado si no hay ajustes para recortar gastos o generar ingresos, toda vez que el objetivo es bajar el déficit fiscal a 2,4 por ciento del PIB.
Sin embargo, Fitch Ratings señala que el rumbo de la implementación del acuerdo de paz podría ser un foco de incertidumbre.
“La campaña de Duque promovió realizar modificaciones al acuerdo, incluyendo cambios potenciales en relación con la reintegración de excombatientes y restricciones para que ciertos miembros de las FARC participen en el Congreso como parte de los cinco escaños fijos otorgados para el grupo para dos períodos. Una incertidumbre incrementada en cuanto a la implementación de este acuerdo podría aumentar la polarización política al respecto y afectar la confianza de los inversionistas y, por ende, poner en riesgo el crecimiento económico”, dijo.
ESPERAN CONFIANZA Y GOBERNABILIDAD
Tras los resultados electorales de ayer en Colombia, los economistas de BNP Paribas para Latinoamérica, Marcelo Carvalho y Luiz Eduardo Peixoto, señalaron en un documento que “la reacción del mercado podría ser nula, ya que este resultado era el más esperado”. A esto, añadieron que se espera que las propuestas de Iván Duque en pro del crecimiento “suban los niveles de confianza en el corto plazo”.
Además, dijeron que “una amplia base de apoyo en el Congreso le dará la gobernabilidad suficiente para impulsar su agenda”, que incluye temas en materia de impuestos y otras reformas claves.
En esto coincidió Fitch Ratings, al señalar que “es probable que la legislatura apoye en general la agenda política, aunque su composición sigue estando fragmentada, ya que ningún partido tiene la mayoría de los escaños en ninguna de las cámaras y requerirá la construcción de una coalición”.
