El Ministerio de Hacienda y Crédito Público entregó este lunes -5 de agosto- las cuentas de la ejecución presupuestal con corte a julio, en las cuales queda claro que vienen trabajando a toda marcha para solucionar las falencias que se han denunciado desde hace meses en esta materia, pero que siguen quedados, principalmente en renglones como la inversión, que ha sido uno de los puntos de mayores críticas.
Lo primero que hay que decir es que al cierre del séptimo mes del año, se había comprometido 54,6% de las apropiaciones vigentes del Presupuesto General de la Nación (PGN) 2024 ($ 503,3 billones). Esto en plata contante y sonante, equivale a $ 274,6 billones frente a los que el Gobierno Nacional ya dio luz verde sobre cómo serán utilizados.
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“Del total comprometido se contrajeron obligaciones por $ 228,5 billones, de las cuales se pagó el 98,5% ($ 225 billones). Del total pagado, $ 51,8 billones correspondieron al servicio de la deuda; esto es 54,9 % del total programado por este concepto para todo el año”, agregó la cartera de Hacienda.
Entre las entidades con las apropiaciones más notables, es decir que avanzan muy bien en definir y avalar la proyección de recursos que van a utilizar en los próximos meses, se encuentran Igualdad y Equidad (76,6 %); Comercio, Industria y Turismo (73,4 %); Vivienda, Ciudad y Territorio (72 %) y Transporte (70 %); mientras que Deporte y recreación (22,3 %), Inclusión Social (30,8 %) y Trabajo (34,6%), destacan como los más bajos.
Ricardo Bonilla, ministro de Hacienda.
EFE
“Sin deuda se adquirieron compromisos contractuales por $ 221,4 billones; 21,7 % más que el valor comprometido en julio de 2023. Gracias a la gestión contractual, se recibieron bienes y servicios por $175,2 billones; 42,9 % del gasto sin deuda autorizado para todo el año. Los pagos diferentes a deuda pública ascendieron a $ 173,1 billones; 98,8 % de las obligaciones de este tipo y 42,3 % de la apropiación vigente”, indicó el Ministerio.
La cara poco positiva
A la hora de hablar de cómo se usa el Presupuesto General de la Nación hay cuatro conceptos fundamentales que se deben tener en cuenta, el primero, como ya se mencionó, son los compromisos, renglón donde quedan las autorizaciones máximas de gasto que el Congreso de la República aprueba para ser comprometidas durante la vigencia fiscal respectiva. Después vienen los compromisos, que no son otra cosa que los dineros que se reservan para un determinado fin.
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Cuando los compromisos se suscriben en un contrato, los recursos del presupuesto pasan al área de las obligaciones, es decir, rubros debidamente formalizados y adjudicados a una obra o proyecto en específico. Por último están los pagos, que es cuando los contratistas cumplen esa tarea para la que fueron llamados y se les da el dinero pactado, con lo cual el dinero entra finalmente a la economía.
Dicho esto, en lo que concierne a obligaciones y pagos el panorama es dispar, puesto que mientras que en funcionamiento se logra un cumplimiento del 54,6 %, la bajar a obligaciones y pagos la realidad es diferente, puesto que se situaron en el 45,4 % y 44,7 % respectivamente. Si se tiene en cuenta que para estos momentos debería rondar el 58 % de cumplimiento, queda claro qué tan quedado van en estos dos frentes.
Una inversión que no despega
Pese a que una de las órdenes del presidente Petro en sus consejos de ministros ha sido ejecutar y acelerar la ejecución de recursos, principalmente los de inversión, esta indicación no ha sido seguida al pie de la letra, ya que hasta el momento se ha comprometido el 58,1% del total anual asignado ($100 billones); $ 13,7 billones (30,9 %) más que lo comprometido a julio de 2023, pero al mirar las obligaciones y pagos, todo cambia.
Pesos colombianos
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De los $ 100 billones que hay para invertir en el país durante el 2024, apenas hay contratados $ 26,3 billones y de estos se han pagado $ 26,2 billones; mientras que hay más de $41 billones en las arcas de la Nación que no se sabe en qué serán usados. Esto no es un dato menor si se tiene en cuenta que de estos recursos depende, entre otras cosas, la posibilidad de poner fin a la desaceleración económica.
Entre los sectores con los niveles de pagos más bajos en la ejecución de julio se encuentran Presidencia (4,1 %), Inteligencia (8,8 %), Deporte y recreación (10,5 %), Interior (10,7 %) y Vivienda, ciudad y territorio (11,1 %). En la otra cara se encuentran Educación (46,5 %), Minas y energía (41,7 %), Igualdad y equidad (41,4 %) y Ciencia y tecnología (37,9 %), con los niveles más altos, pero que siguen por debajo de lo que debieran.
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Para poner un ejemplo de lo que esto significa, en el sector de deporte se apropiaron $ 1,3 billones para usar este año, sin embargo, con corte al séptimo mes y después de que transcurriera más de medio año, apenas se han comprometido $ 272.000 millones y pagado $ 136.000 millones; mientras que para invertir en los deportistas y escenarios de acondicionamiento y preparación hay más $ 1,02 billones sin tocar.
Así mismo está el sector vivienda, donde la apropiación al comienzo de este año fue de $ 6 billones y pese a que los compromisos muestran un avance del 79,8%; al revisar con detalle los recursos que ya se asignaron a proyectos y que se pagaron por los mismos, ambos indicadores quedaron el 11,1%; siendo también de las más deficientes.
En esto hay que decir que el Ministerio de Hacienda informó que “el rezago total constituido ascendió a $ 35,9 billones (2,1 % del PIB) y las obligaciones sumaron $ 25,1 billones. Del total obligado, $ 16,1 billones fueron de funcionamiento y $ 8,9 billones de inversión”.
