El Gobierno Nacional, en cabeza del Ministerio de Salud y Protección Social, trabaja a toda marcha para tener a punto la nueva reforma de la salud, con la que buscará revertir el hundimiento del anterior proyecto en la pasada legislatura.
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La próxima semana quedaría radicada esta nueva iniciativa, que más allá de su discusión y debate, enfrenta ya un primer desafío que tiene que ver con su trámite en el Congreso.
Y es que todavía el Gobierno no define si se le dará un trámite ordinario o estatutario al proyecto, que fue la primera polémica del texto radicado en febrero del 2023, que finalmente hundió la Comisión VII del Senado en abril del presente año.
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“Estamos haciendo evaluación en el Gobierno si finalmente sí se radica como ley estatutaria o como ley ordinaria. En cualquiera de los dos casos, hay elementos que nos acerca, el giro directo, la territorialización del servicio, el fortalecimiento de las prevenciones en salud. Esperamos tomar esa decisión en los próximos días y seguir buscando consensos”, dijo el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, tras una reunión con la bancada de Cambio Radical, que también presentó una reforma de la salud, que se sigue evaluando la posibilidad.
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Según EL TIEMPO, fuentes enteradas del tema afirmaron que cada vez toma más fuerza el trámite ordinario. Si bien hace unas semanas la balanza se inclinaba por el estatutario, varias voces del sector salud le habrían pedido a la Casa de Nariño que reconsiderara esa decisión. ¿La razón? Una vez el Congreso aprueba una ley estatutaria, esta no va al despacho del Presidente para su sanción, sino que deben pasar por previa revisión de la Corte Constitucional. Esto podría significar que aunque la reforma se apruebe en diciembre de este año, por poner un ejemplo, solo hasta comienzos del 2026, aproximadamente, el jefe de Estado podría sancionarla. Si es que se le da el visto bueno.
Así mismo, el ministro de Salud, Guillermo Jaramillo, ha insistido en que la iniciativa se tramite por las comisiones séptimas (ley ordinaria).
Esto previendo que el trámite estatutario es más complicado, ya que se necesita mayoría absoluta y el primer y tercer debate se da en comisiones primeras, donde el Gobierno no tiene unas mayorías claras.
Además del ministro Jaramillo, otros defensores de la reforma insisten en que debe ser una ley ordinaria.
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“Debe tramitarse por séptimas porque lo que está en crisis en el sistema no es la concepción y el núcleo fundamental que da origen a la ley estatutaria de salud que define el derecho a la salud como un derecho fundamental. El problema del asunto es la manera en que se están manejando los recursos, la administración de los servicios de salud. Es un enorme error que el Gobierno esté pensando en radicarla por comisiones primeras porque sería abrir un boquete, una oportunidad de asociar el derecho a la salud a la prestación de servicios, que es lo que históricamente han buscado las EPS”, opinó la representante Martha Alfonso, ponente de la iniciativa que se hundió.
PORTAFOLIO
Con información de Política EL TIEMPO
