A las manos de un cajero de un banco comercial de la ciudad de Bogotá llegó un papel que simulaba ser uno de los nuevos billetes de 100.000 pesos. No obstante, la rara sensación al tocarlo lo hizo poner los ojos con más detenimiento en la denominación que le acababan de entregar.
Recordó los pasos que divulgó el Banco de la República para identificar una falsificación, por lo que giró el billete y vio que la cinta de seguridad era un adhesivo hecho de papel de regalo. Su detenimiento ante el billete falso continuó, no tanto porque se tratara de una imitación bien hecha, sino porque era la primera vez que se falsificaba uno.
Inclusive, pudo notar que se trataba de una simple fotocopia a color. Su reacción fue avisar y de inmediato el billete fue llevado al Banco de la República para alertar sobre el intento de introducir en el mercado billetes falsos de la más alta denominación que ahora hay en Colombia y que aún, ni siquiera, ha llegado a manos ni del 1 por ciento de los ciudadanos.
EL TIEMPO pudo constatar con la unidad de la Dijín que investiga sobre falsificación de moneda que no ha habido ninguna denuncia al respecto, por lo que se estima que se trató de una prueba de los delincuentes.
El temor a recibir un billete de 100.000 pesos falso deambula, pese a que el papel moneda no ha salido al mercado en forma.
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