Colombia publicó una hoja de ruta sobre hidrógeno (H2) con la emisión del borrador de su estrategia la semana pasada.
El plan señala su intención de desarrollar una economía del hidrógeno junto con sus incipientes industrias eólica y solar.
(Lea: Urrá entra en la onda renovable con proyecto de planta solar flotante)
La hoja de ruta establece metas ambiciosas. Para 2030, su objetivo es reducir los costos de H2 verde a US$1,70 por kg ($6.511,40), implementar 1 gigavatio de producción de H2 verde y atraer una inversión total de US$2.500 millones.
(Además: Baterías e hidrógeno, las otras cartas en la transición energética)
El costo objetivo ubicaría a Colombia entre los productores más baratos del mundo. No obstante, el apoyo financiero directo parece limitado, como en otros mercados.
(Lea: ¿Qué viene para Ecopetrol e ISA? Sus presidentes lo explican)
Colombia busca impulsar la demanda a través del transporte, específicamente una flota de 3.500 vehículos de pila de combustible.
Al igual que Chile, Colombia también tiene ambiciones de exportación, pero el costo de importar H2 de América Latina podría superar los costos de producción nacional en mercados distantes. Con tan solo 243 megavatios de energía eólica y solar encargados en la actualidad, los excelentes recursos eólicos y solares de Colombia permanecen en gran parte sin explotar.
BloombergNEF pronostica que la capacidad eólica y solar del país se multiplicará por diez para 2023.
Bloomberg
