Equidad, agro, industria y todo lo económico que se propone en el acuerdo nacional

En un documento de cuatro páginas, el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, lanzó oficialmente el gran acuerdo nacional y los cinco ejes con los que el gobierno del presidente Gustavo Petro busca que partidos, gremios, sindicatos, sociedad civil y otros sectores abran espacios de discusión

Vale la pena mencionar que la propuesta viene siendo trabajada desde que Cristo asumió las riendas del Ministerio del Interior, en julio del año en curso, y una de las principales apuestas está ligada con garantizar que no se buscará la reelección presidencial y promover el respeto por las reglas democráticas.

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"No promoveremos la reelección ni la alteración de los periodos de los mandatarios de la rama ejecutiva de elección popular", dice el documento presentado por Cristo.

No hay mayores sorpresas respecto a lo que el ministro Cristo ya había revelado en entrevistas anteriores y en otros espacios. Sin embargo, se pasó de tres a cinco puntos del acuerdo. Como ya se conocía, la gran apuesta es la erradicación de la violencia en la política, y eso incluye un desescalamiento del lenguaje.

“Nos comprometemos a promover desde el ejemplo, la recuperación de los valores democráticos, a desescalar el lenguaje en el debate y la deliberación política, a erradicar la estigmatización y a respetar la diferencia y el disenso en todos los escenarios”, se reza en el documento puesto a consideración de los distintos sectores.

El llamado a bajar el tono de la discusión viene acompañado de un compromiso por buscar un pacto por la "reconciliación nacional y la convivencia política", algo similar a lo consignado en el acuerdo de paz con la extinta guerrilla de las Farc y que el excanciller Álvaro Leyva malinterpretó para justificar una supuesta convocatoria para una asamblea nacional constituyente por fuera del marco jurídico.

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El segundo compromiso tiene que ser con el respeto a las reglas electorales y al calendario electoral vigente: "Es un compromiso frente a tantas fantasías que se inventa la oposición. Dar tranquilidad de que se van a respetar las reglas de juego, el calendario electoral", dijo el ministro Cristo.

Sin embargo, contrario a los que dice el jefe de cartera, no son fantasías de la oposición, pues la senadora del Pacto Histórico, Isabel Zuleta, sigue insistiendo en una reforma constitucional que busca revivir esta figura. De hecho, ya la tienen lista, pero no tiene las firmas suficientes para radicarla. Ni el Gobierno, ni sus compañeros de bancada la han apoyado en ese propósito.

“Acordamos garantizar la estabilidad de las reglas de juego democráticas en el corto, mediano y largo plazo en los niveles nacional, regional y local”, reza el compromiso en ese apartado, en el que también se busca un fortalecimiento del sistema partidista, lo que se lee como una posible adhesión a la reforma política que actualmente está moviendo el Ministro del Interior.

Sin embargo, en el acuerdo se deja una ventana para modificaciones, pero con la salvedad de que “cualquier cambio institucional tendrá que ser producto de los trámites y requisitos contenidos en la Constitución Política de 1991 y que implican un amplio proceso de participación ciudadana, deliberación legislativa y controles de constitucionalidad”.

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El tercer punto va muy en línea de lo que el ministro Cristo ha buscado desde que está en la cartera y es el relanzamiento del acuerdo de paz con las Farc. En ese orden de ideas, se busca que se llegue a un acuerdo de priorización de las inversiones en los municipios que hacen parte los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET).

“Apoyaremos y trabajaremos con los alcaldes y gobernadores y, de manera articulada y participativa, con las comunidades, el sector privado, el Gobierno Nacional y la comunidad internacional, en las iniciativas y proyectos que mejoren las condiciones de vida y seguridad de los 6,6 millones de habitantes de esos 170 municipios”, es la propuesta para estos municipios que son el eje del acuerdo.

El cuarto punto del acuerdo tiene un enfoque claro hacia el aspecto económico y tiene que ver con el crecimiento de la equidad en el país.

En este se propone la búsqueda de un desarrollo rural integral y un fortalecimiento de la agroindustria, los cuales han sido muy afectadas en el tiempo reciente por factores climáticos y por la dificultad para edificar una reforma agraria, entre otras razones.

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De igual manera, vuelve a plantear un enfoque en los sectores agropecuarios, industriales y turísticos, muy similar al acuerdo ya alcanzado con los bancos privados para reemplazar las inversiones forzosas con la destinación de créditos a estas áreas.

“Consideramos fundamental transitar de una economía con alta desigualdad y desempleo, hacia una economía productiva, incluyente y equitativa que proteja y conserve la naturaleza y cuya competitividad esté basada en la educación, el talento, la tecnología y la conectividad, la transición energética, la estabilidad macroeconómica y el fortalecimiento del Estado Social de Derecho”, reza el acuerdo.

El último punto tiene algunos matices del primer compromiso sobre el tono debate respetuoso, pero este aspecto está enfocado principalmente a las reformas sociales del Gobierno. Lo que llama la atención es que el compromiso en este punto parte de la declaración de que dichos proyectos son necesarios para el bienestar del país y la consolidación de la paz.

“Acordamos trabajar con todos los partidos políticos representados en el Congreso, la discusión de un grupo prioritario de proyectos que hacen parte de la actual agenda legislativa, y de esta manera dar trámite para su aprobación, en el marco del respeto a la oposición, de la deliberación argumentativa, de la búsqueda constructiva de consensos y del dialogo respetuoso”, dice el último punto. En el cierre del acuerdo se hace un último compromiso de establecer los espacios de seguimiento para los distintos puntos del gran acuerdo nacional.

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*Con información de EL TIEMPO - POLÍTICA