Bogotá estará en obra por lo menos por los próximos cuatro años, y aunque ha causado molestias en la movilidad urbana, estos megaproyectos prometen resolver el crecimiento de la ciudad e ir a la par del ritmo, a través de vías integrales y multimodalidad en los modos de transporte, sin embargo, muchas pueden tardar más de lo proyectado.
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En esta segunda entrega del especial de Portafolio sobre los proyectos de Bogotá, se analizará el avance de las obras de la avenida José Celestino Mutis y la extensión de la avenida Boyacá desde la calle 170 hasta la calle 183. Ambos proyectos, según cuentas del Distrito, estarían en un avance inferior al 90 %, pese a que ambos deberían estar listos antes de que culmine el año, según el cronograma de obra inicial.
Sobre la primera, el contrato comprende la actualización, complementación, ajustes de estudios y diseños (y/o estudios y diseños) y construcción de la av. José Celestino Mutis (avenida calle 63) desde la transversal 112b bis (carrera 114) hasta la carrera 122.
Las metas contemplan la intervención de más de 18.466 metros cuadrados de espacio público y 2,03 kilómetros de ciclorruta. A detalle, el alcance del objeto del contrato contempla la construcción de 9,38 kilómetros (carril de vía compuesta de dos calzadas, de tres carriles mixtos cada una) y la intervención del espacio público y la ciclorruta sobre el costado sur del proyecto (1,07 kilómetros de un bicicarril con señalización).
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Vale destacar que, aunque el contrato se firmó en diciembre de 2017, hasta enero del 2022 empezó la fase de construcción. Este acuerdo, que comprendía casi tres años de obra, debería estar listo para diciembre de 2024, fecha que estaría en duda, pues apenas reporta un avance físico de 73,51 %.
Este desfase en la construcción, según el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) es por dificultades desde la carrera 112 hasta la transversal 112b bis. La entidad detalló que esto se debería por las demoras en la entrega de algunos predios necesarios para continuar con las actividades de obra en el tramo cinco del proyecto.
Cuando esté terminada la prolongación de la avenida José Celestino Mutis, promete beneficiar a más de 150.000 personas localizadas en el área de influencia de las obras, particularmente la población de los barrios Mirador, Sabanas del Dorado, Laureles y Villa Gladys, de la localidad de Engativá, y las personas que a diario se desplazan al aeropuerto El Dorado, ya que, “contarán con una mejor alternativa de acceso desde la carrera Séptima en el oriente de la ciudad que se prolonga hasta el límite con el río Bogotá en el occidente”, señala la entidad.
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Obras en Bogotá.
Extensión de la Avenida Boyacá
El objeto del contrato suscrito en el mes de enero del 2022 comprende la construcción de la avenida Boyacá (AK 72) desde la avenida San José (AC 170) hasta la avenida San Antonio (AC 183), y también incluye la intersección con calle 183 y obras complementarias en la capital. En total, son 1,3 kilómetros de obra.
A nivel detalle, el proyecto comprende ampliar el corredor de la avenida Boyacá que se extiende desde la calle 170 hasta la calle 183 (con una longitud aproximada de 1,3 kilómetros, con 60 metros de ancho), consta de cuatro calzadas (dos exclusivas para el sistema integrado de transporte público) con dos carriles por calzada, una ciclorruta bidireccional ubicada en el separador central y andenes en ambos costados de la vía. Así mismo, deberá tener cuatro pasos peatonales semaforizados.
En la ejecución, vale la pena destacar que esta obra empezó mucho más rápido que la anterior, cerca de cuatro meses después de la firma del contrato (mayo de 2022). Sin embargo, ocurre la misma situación que la otra construcción: aunque debería terminar en cerca de tres meses (noviembre de 2024), apenas tiene un nivel de avance del 87 %.
Los retrasos en la obra, según el IDU, se deben a dificultades con el personal (alta rotación).
Debido a que estos proyectos, al igual que muchos en la ciudad, presentan demoras para terminar, el director del IDU, Orlando Molano, aseguró que están brindándole las garantías a los consorcios para avanzar de la mejor manera y así culminar estos proyectos lo antes posible.
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Obras del Metro de Bogotá.
Bloomberg
“Si no logran ponerse al día, arrancamos con las sanciones y multas y, en dado caso, las caducidades. Estamos haciendo un esfuerzo muy importante todo el equipo del Instituto de Desarrollo Urbano, las interventorías, y los contratistas para lograr, de verdad, entregar las obras”, señaló Molano.
Vale recordar que de la magnitud de más de 70 proyectos que tiene la ciudad, hay un atraso de dos años en promedio en el nivel de ejecución. De estos, para cumplir con los contratos, hacen falta más de 2 billones de pesos para alcanzar la parte que debe el Distrito. Vale recordar que el coste total de estas obras inicialmente era de cerca de 8 billones de pesos, es decir, que el faltante es del 20 % del valor previsto.
“Cambios de vigencias, valorización, predios y maniobras de acueducto, redes secas, entre otros, han sido algunas de las causas generales de las demoras. El Alcalde ya garantizó los recursos para culminar las obras y estamos totalmente decididos a entregarlas en esta administración”, cerró Molano.
PAULA GALEANO BALAGUERA
Periodista de Portafolio
