A la par de la amenaza por la pérdida de autosuficiencia petrolera a la vuelta de la esquina se suma ahora la de una posible caída en la producción de combustibles líquidos.
La razón es que si al 2026 las refinerías del país no se cargan con crudo producido en territorio nacional, no quedaría más camino que aumentar las importaciones de gasolina y diésel entre otros, que llegarían a superar el 60%.
El panorama nada alentador se advierte en el recién lanzado Plan Indicativo de Abastecimiento de Combustibles Líquidos de la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme), el cual señala que “la adición de reservas por éxito exploratorio o nuevos descubrimientos son bajos, cayendo a niveles que provocará un déficit de suministro en menos de 6 años”.
(Lea: Industria petrolera, aliada de la transformación productiva)
El documento técnico subraya más adelante que de continuar con las mismas tasas de crecimiento en la incorporación de reservas y la producción, la situación de abastecimiento se volvería insostenible a mediados del 2022, “a menos que se cuente con descubrimientos importante en ésta década”.
Al respecto, Ricardo Ramírez, director de la Upme, reafirmó que existe una necesidad de que en el país se descubran nuevos y grandes yacimientos de hidrocarburos, antes del 2026, para cargar las plantas de Cartagena y Barrancabermeja, y poder producir los combustibles líquidos.
(Lea: A 83 llegan las áreas para el desarrollo de hidrocarburos)
“De lo contrario crecerían las importaciones de gasolina, diésel y otros refinados, aparte de las de crudo, para poder atender la creciente demanda del país”, dijo Ramírez.
Por su parte, Francisco José Lloreda, presidente de la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP), señaló que el documento de la Upme confirma lo que ha reiterado el gremio y es que no hay señales de nuevos y significativos descubrimientos que impactarían en la garantía de autosuficiencia.
“Si no tomamos las decisiones y medidas necesarias, a partir de 2027 el país requerirá importar crudo para cargar las refinerías, iniciando con un 5% del total de la carga hasta llegar a importar en 2038 un 96%, casi la totalidad del crudo necesario”, afirmó Lloreda.
El líder gremial insistió en señalar que actualmente ya se presenta un déficit en oferta que se está cubriendo con importaciones (20% en 2017) y se espera que este vaya aumentando al ritmo del crecimiento de la demanda.
En el mismo sentido, Julio César Vera, presidente de la Asociación Colombiana de Ingenieros de Petróleos (Acipet), indicó que con la situación actual, al país le tocaría importar más del 60% en combustibles.
“No solo se debe apelar a corto plazo en la producción de los yacimientos convencionales, también se debe tener en cuenta los yacimientos no convencionales (YNC), para cargar las plantas de Cartagena y Barrancabermeja”, señaló.
Vera explico que las proyecciones de demanda de la Upme demuestran que existe un decrecimiento sostenido en la oferta de combustibles líquidos.
“La demanda de gasolina en el país son 110.000 barriles día y de diésel 130.000 barriles día, pero si no hay crudo, no solo se tienen que importar refinados, sino hacerlo con mucho mayor volumen a medida que vaya pasando el tiempo, existe un declinación natural en la producción de crudo local”, afirmó Vera.
alfsua@eltiempo.com
