La emocionante perspectiva de un nuevo Complejo Deportivo y Cultural El Campín ha mantenido a los capitalinos en vilo, así el Instituto Distrital de Recreación y Deporte (IDRD) ha confirmado que el emblemático estadio no será utilizado para eventos durante un período de dos meses debido a las renovaciones masivas que están por llevarse a cabo.
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El director encargado del proyecto, Edgar Miguel Cardona, anunció que, a pesar de los esfuerzos por minimizar el impacto en las actividades deportivas locales, será necesario cerrar el estadio para llevar a cabo las obras de modernización planificadas.
Esta decisión se produce tras la adjudicación del proyecto a la Asociación Público Privada (APP) el pasado 29 de diciembre de 2023, marcando el inicio de una transformación integral del espacio.
Con una inversión de $2.4 billones de pesos, el proyecto tiene como objetivo principal mejorar la experiencia de los espectadores y convertir El Campín en un centro neurálgico para la cultura, el turismo, la recreación y el deporte en Bogotá.
Para ello, se hará una demolición completa de la estructura actual en fases, con la promesa de ampliar la capacidad del estadio de 39,724 a 45,000 espectadores.
Cardona aseguró que se espera que el espacio esté completamente renovado en 3.5 años a partir del inicio de la demolición, es decir, que se finalice alrededor del año 2028.
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El estadio El Campín quedaría con techo.
Archivo particular
Entre los cambios planificados se encuentran mejoras en la accesibilidad, seguridad, servicios de alimentos y bebidas, así como la incorporación de nuevos espacios como áreas de restaurantes, palcos corporativos, instalaciones deportivas y un museo del deporte.
Además, se ha anunciado la inclusión de un auditorio filarmónico, que servirá como sede para la Orquesta Filarmónica de Bogotá.
También, se harán unas nuevas graderías y se instalará un nuevo techo recubierto. Este proceso, que involucrará la entrada de grúas para soportar la estructura del techo, requerirá aproximadamente dos meses y afectará la gramilla del estadio, que también tendrá que ser reemplazada para adaptarse a las nuevas condiciones.
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Por todo ello, se ha dicho que es posible que los comienzos de los torneos se vean retrasados en 15 o 20 días, dependiendo del progreso de las obras.
Por otra parte, desde este 15 de enero, se han iniciado negociaciones con los clubes y otras partes interesadas para establecer otras necesidades y solicitudes adicionales para el estadio renovado.
SOFÍA DÍAZ RICO
Periodista Portafolio
