Expertos en el clima han alertado de la evolución que viene registrando el cambio climático y cómo su impacto se ha evidenciado en el aumento en la temperatura que se registra en parte del continente europeo.
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Desde inicios de la década, en varias regiones de Europa Occidental, el incremento de la temperatura promedio se ha acentuado más que en los otros cinco continentes. De acuerdo con un informe del Grupo Intergubernamental de Expertos en el Cambio Climático (GIEC) de las Naciones Unidas, las cifras más altas se reportaron el verano pasado, cuando estas se ubicaron tres grados por encima de la media.
Pero eso no es todo, en esta parte del mundo el calentamiento global parece avanzar más rápido que en otras zonas. Tan solo en el norte de Francia (incluyendo París) se estima que los topes de calor son mucho más elevados que en el pasado, llegando a 4° C y 6° C más que en 1950.
Esta preocupación es aún más latente cuando se tiene en cuenta que para finales de julio la llamada 'ciudad de la luz' será el escenario de los próximos Juegos Olímpicos y Paralímpicos, un evento en el que varias de sus actividades se realizarán al aire libre.
Las alertas también se mantienen encendidas al considerar que la curva de ascenso en los termómetros parece indicar que el verano del 2024 no será muy diferente al de su antecesor, el cual ha sido catalogado como uno de los más calientes desde que se tienen registros estadísticos.
De hecho, la última semana de julio marcó el año pasado el mayor pico de calor en Europa occidental, con topes muy por encima de 40° C, y promedios que se movieron entre 35° C y 42° C, con sensaciones térmicas que, por cuenta de la humedad, se elevaban hasta los 48° C.
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Temperaturas
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Además de la sequía, este fenómeno también ha tenido un efecto en las regiones montañosas de Europa. En el caso de Los Alpes, por ejemplo, el número de días de nieve, así como la intensidad de las nevadas, ha venido en descenso con el pasar de los años.
Al revisar los datos entre 2022 y 2023, los glaciares de los Alpes perdieron cerca del 10 % de su volumen, lo que marca una dramática aceleración de un proceso de reducción del hielo que ya lleva varias décadas.
Por esa misma línea, el incremento de las temperaturas ha derivado en impactos en la fauna y flora marina, como el deterioro de los corales y la reducción de las algas. A esto se le suma, una mayor incidencia en Europa Occidental de tormentas costeras y de huracanes.
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Los analistas no solo se mantienen atentos al movimiento del termómetro, sino también a otros indicadores como humedad del ambiente y de los suelos para tratar de prever si las temperaturas del 2024 podrían superar las del año pasado.
Aunque aún faltan poco más de cinco semanas para que llegue el verano, así como ha sucedido en ocasiones anteriores, no sería de extrañar que el calor se adelante y que este se prologue hasta septiembre.
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*Con información de EL TIEMPO
