Después de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, renunció a su candidatura por la reelección como primer mandatario de ese país, el nombre de la actual vicepresidenta, Kamala Harris, empezó a sonar como favorito para asumir la candidatura en los comicios representando a los demócratas.
Ella es Kamala Harris, vicepresidenta y aspirante demócrata a la presidencia de EE. UU.
Si bien es pronto para dar totalmente por hecho que Harris será la candidata, pues otros demócratas no se han pronunciado, lo cierto es que la funcionaria ya tiene el apoyo de Biden y suena como la opción más “lógica” para asumir la carrera por la presidencia estadounidense y enfrentarse al republicano, Donald Trump.
Y aunque el anuncio de Joe Biden ha desatado una serie de críticas, pero también de apoyos, es importante mencionar los alcances que tendría Harris si se oficializa como la candidata de los demócratas para las elecciones.
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Según Theodore Kahn, director asociado de Control Risks, en materia económica, Kamala Harris significaría la continuidad de la agenda de Joe Biden manteniendo, especialmente, los pilares base del desarrollo macroeconómico del actual presidente, como lo son las políticas industriales verdes y la energía renovable.
En ese sentido, de acuerdo con el experto, se mantendrían los incentivos grandes para inversores en Estados Unidos, donde Harris también fomentaría las cadenas de suministro con aliados de la región y con otras naciones cercanas.
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Kamala Harris, vicepresidenta y aspirante demócrata a la presidencia de EE. UU.
EFE
“La parte de la agenda económica de Biden ha sido muy marcada por la competencia y el antimonopolio. Todas esas líneas probablemente se vayan a mantener con Harris. Y eso en varios aspectos marca una diferencia con Trump, pero desde la lógica y la perspectiva de la continuidad de empresarios y negocios en Estados Unidos”, afirmó.
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Así mismo, agregó que esta campaña estaría marcada especialmente por el seguimiento de los puntos a favor de los empresarios, que han sido apoyados y respaldados por los mismos y otros más que habrá que esperar se consoliden.
Por su parte, el docente internacionalista y politólogo de la Universidad Javeriana, Manuel Camilo González, también destacó que la palabra clave en la economía de Estados Unidos en manos de Kamala Harris, es la continuidad.
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“Es muy probable que el programa demócrata no vaya a sufrir grandes modificaciones en torno a una mayor creación de empleo y control de la inflación”, indicó. También agregó que esto se haría de esa manera para evitar la pérdida de poder adquisitivo, así como el mejoramiento de la protección social de los trabajadores y una mayor tributación de las empresas.
Ciudadanos muestran apoyo a Kamala Harris.
EFE
Crecen expectativas
La candidatura de Kamala Harris como demócrata no se ha oficializado, pero cabe detallar que ella es considerada como la mejor figura o la favorita para sustituir a Biden ahora que se retiró.
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Según Theodore Kahn, seguramente el partido demócrata va a buscar definir a un nuevo candidato con la menor disrupción posible, por lo que hasta ahora parece que Harris sería la opción más lógica para lograrlo.
El socio de Control Risks puso sobre la mesa un factor que tiene que ver con el financiamiento, que no debe considerarse como un tema menor, pues, es “fácil” trasladar los fondos de la campaña de Biden a Harris “sin ningún problema”.
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“Hay que ver en estos días qué pasa. Todavía hay muchos pesos pesados del partido que no se han pronunciado o que no han apoyado abiertamente o sucesivamente a Harris. Están un poco esperando a ver qué pasa. Aunque es probable que Harris sea la candidata, las cosas podrían cambiar en estos días, ya que ha habido muchas sorpresas”, destacó.
Kamala Harris, vicepresidenta de EE.UU. y Donald Trump, candidato republicano.
AFP
A su turno, el docente de la Universidad Javeriana consideró que la mayor expectativa es que Harris logre la candidatura “sin ningún contratiempo”, lo que significaría que los demócratas puedan remontar en la carrera presidencial contra Trump.
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“Esto se daría logrando invertir la narrativa del republicano sobre las aptitudes personales a la hora de ejercer la presidencia, la mayor visibilidad de los logros del gobierno de Biden y una candidatura más representativa que incluso aglutine a sectores descontentos dentro del partido rojo”, dijo.
Ahora bien, es de destacar que la expresidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi, declaró su apoyo a Kamala Harris en su carrera por la Casa Blanca.
Según información de EFE, Pelosi aseguró que conoce a Harris desde hace décadas y que ha visto su "fuerza y coraje" como defensora de las familias trabajadoras y su lucha por el derecho de las mujeres a elegir sobre su cuerpo.
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"Políticamente, no nos equivoquemos: Kamala Harris, como mujer en política, es brillantemente astuta y tengo plena confianza en que nos llevará a la victoria en noviembre", apuntó la política estadounidense.
Comportamiento de los mercados.
AFP
¿Preocupa Trump?
Uno de los factores de relevancia que generan más controversia es la estabilidad y el comportamiento de los mercados frente a una posible victoria del republicano y expresidente, Donald Trump.
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Para Garrett Melson, estratega de cartera de Natixis Investment Managers, aunque el mercado ya se está posicionando a favor de una victoria de Trump, hay una multitud de razones para seguir siendo algo escépticos sobre la revalorización.
“Aunque una victoria de Trump es sin duda la favorita, la revalorización parece estar adelantándose a sí misma hasta cierto punto. Gran parte de esa revalorización es de naturaleza especulativa y se basa en suposiciones un tanto ingenuas sobre cómo sería una segunda presidencia de Trump”, opinó.
También manifestó que las repercusiones políticas en los mercados suelen ser de corta duración. De hecho, infirió en que existen riesgos tanto al alza como a la baja que hay que tener en cuenta ante cualquier resultado electoral, en particular una victoria de Trump y una posible barrida roja, “pero las empresas han demostrado una y otra vez su dinamismo y capacidad de adaptación”.
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“Esto sugiere que los inversores deberían confiar en la capacidad de los mercados para sacudirse cualquier impacto a corto plazo de los acontecimientos electorales, ya que el telón de fondo económico fundamental sigue siendo constructivo”, puntualizó.
