El pasado lunes 19 de junio, la Organización de Naciones Unidas (ONU) adoptó el Tratado de alta mar, el primero en todo el mundo, luego de varios años de trabajo para obtenerlo. El acuerdo garantiza la conservación de la biodiversidad marina y terrestre en aguas internacionales.
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El acuerdo consiste en colocar aproximadamente el 30 % de los océanos de todo el mundo en áreas protegidas con el fin de garantizan su preservación y buen uso.
Algunos de los puntos clave del acuerdo consisten en: crear un marco para distribuir de manera justa los posibles beneficios de las actividades que se relacionan con los mares, como la recolección de recursos genéticos y marinos, y los manejos digitales que se realizan en estas aguas.
Otro punto es permitir algunos mecanismos de explotación en zonas específicas, que pueden ser espacios marinos protegidos, para administrar de manera sostenible las espacies y los habitad que allí existen.
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Las medidas para los mecanismos de explotación son fundamentales para que se gestione eficazmente el 30 % de las zonas marinas para el año 2030, para dar cumplimiento al Marco Mundial de la Biodiversidad de Kunming-Montreal.
Banco de peces
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También se busca garantizar que se realicen evaluaciones y exámenes del impacto ambiental de las actividades que realizan en aguas internacionales. Para ello, se establece un marco jurídico internacional para evaluar las consecuencias del cambio climático y demás factores que puedan surgir con la práctica de las actividades de explotación.
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Por otro lado, se facilitaría a los estados y países en desarrollo la tecnología para que logren mantener las condiciones que permitan alcanzar los objetivos del acuerdo de alta mar.
El Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, durante la realización del texto del acuerdo, mencionó que “es una victoria para el multilateralismo y para los esfuerzos globales por contrarrestar las tendencias destructivas que enfrentan la salud de los océanos, ahora y para las generaciones venideras”.
El tratado entrará en vigencia luego de que 60 estados miembros lo firmen. El texto estará disponible desde 20 de septiembre de 2023 por dos años para realizar esta acción. Tras ello, la ONU deberá convocar a la primera conferencia luego de cumplirse un año de la entrada de vigencia del acuerdo.
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