Islandia está particularmente expuesta al riesgo de interrupciones en su abastecimiento de alimentos. Y si bien es un país que se destaca por su agricultura autosostenible, ante la escasez de algún producto, importarlo para cubrir el faltante puede ser mucho más caro que en otros. Por esta razón está atravesando un conflicto sin precedentes con nada más y nada menos que los pepinos.
¿Qué sucedió en Islandia?
Lo cierto es que el influencer canadiense Logan Moffitt desató una oleada de interés a nivel mundial al compartir una receta de ensalada que se volvió viral. “Algunas veces necesitas comerte un pepino completo”, expresa la estrella de TikTok al inicio de su video. En Islandia, esta moda virtual ha generado una escasez de esta hortaliza en todo el país.
La reportera de The New York Times, Amelia Nierenberg, da cuenta de cómo esta situación es solo el más reciente ejemplo de un fenómeno de las redes sociales que altera las cadenas de suministro de los alimentos.
Los noticieros de Islandia adjudicaban las dificultades que han tenido para conseguir pepino a su popularidad en la red social. De acuerdo a entrevistas con consumidores y con las mayores cadenas de alimentos, no es posible conseguir ese ingrediente en ninguna tienda del país.
“Las ventas aumentaron con tal rapidez que la cadena no tuvo nada de tiempo para prepararse”, explicó Gudrun Adalsteinsdottir, directora ejecutiva de la empresa Kronan.
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Un problema de larga data
En 2021, un frenesí en TikTok por un plato de pasta con queso feta al horno hizo desaparecer este producto de las estanterías de varios supermercados estadounidenses. Ese mismo año, una receta de bol de arroz con salmón que se hizo viral también puso a prueba las existencias de mayonesa Kewpie.
El problema es que Islandia está particularmente expuesta al riesgo de interrupciones en el suministro de alimentos.
Si bien gran parte de sus productos agrícolas esenciales se cultivan en invernaderos operados con energía geotérmica, es una isla que se encuentra aislada en el extremo del hemisferio norte y, si algo escasea, importarlo para cubrir el faltante puede ser mucho más caro que en otras partes de Europa.
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Soluciones de emergencia
De hecho, la directora ejecutiva de Kronan detalló que alrededor del 99 por ciento de sus pepinos se cultivan en invernaderos, pero esta semana la empresa se vio obligada a ordenar un embarque de emergencia de los Países Bajos.
A su vez, la directora de comercialización de SFG, organización que representa a los agricultores de vegetales en Islandia, Kristin Linda Sveinsdottir, explicó que la moda por los pepinos se presentó en un momento especialmente malo, ya que coincidió con un periodo breve de producción baja del cultivo y también con el regreso a clases, por lo que las cocinas de las escuelas han tenido una demanda mucho mayor.
Sveinsdottir señaló que además se debe tener cuenta la población reducida de Islandia de poco más de 380.000 residentes y su interés particular por comprar alimentos de producción local, lo cual provoca muy poco espacio de maniobra para gestionar alzas repentinas en la demanda.
