Debido a hechos como la manifestación social, las noticias de coyuntura, la inseguridad, el pico de pandemia, la ansiedad laboral, la crisis económica y la incertidumbre empresarial, entre otros acontecimientos, se ha generado en las personas una mayor carga de estrés que termina muchas veces transformándose en un trastorno de pánico.
(La pandemia creó el año laboral más estresante de la historia).
El último balance entregado por el Ministerio de Salud y Protección Social sobre teleorientación en atención psicológica en la línea 192, reveló que durante el periodo comprendido entre el 13 de abril de 2020 y el 13 de abril de 2021, se registraron 18.089 solicitudes de personas que requerían algún tipo de intervención psicológica.
Del total de atenciones en la línea 192 un 18,51% correspondió a síntomas de ansiedad causados por algún tipo de motivo laboral; un 15,56% fueron reacciones de estrés y 12,29% tenían que ver con causas de depresión.
(Estrés laboral, el enemigo silencioso de la productividad empresarial).
De acuerdo con Camilo Arbeláez, CEO de Enterapia.co, plataforma de psicoterapia en línea, para comprender el pánico necesitamos comprender el miedo, ya que es una reacción automática que se genera en el momento en que se siente algún tipo de peligro.
Y explicó que, “muchas personas experimentan algunas sensaciones leves cuando se sienten ansiosas por algo, pero un ataque de pánico es mucho más intenso de lo habitual. Este suele ser descrito como una repentina y creciente oleada de miedo extremo”.
Quienes sufren de este tipo de episodios pueden llegar a sentir diferentes síntomas físicos como: aceleración en los latidos del corazón, transpiración, temblor, dificultad para respirar, náuseas, mareos, desorientación, sofocos o escalofríos, entre otros signos.
Por otro lado, el pánico presenta un desajuste de las rutinas diarias y se vuelve crónico cuando el trabajador no cumple con sus obligaciones y tareas asignadas. Esto afecta la productividad y en el caso de los operarios puede ocasionar accidentes laborales.
Otras consecuencias son el ausentismo, la mala atención al cliente, la experimentación de otros empleados a que sufran esta misma sintomatología, lo que en muchos casos ocasiona deserción laboral.
Para el psicólogo y fundador de Enterapia.co, “una organización saludable psicológicamente repercute positivamente en su operación”, por este motivo el área encargada de talento humano o salud ocupacional de las empresas, puede sugerir las siguientes recomendaciones para contener un ataque de pánico en sus colaboradores y prevenir a tiempo que el pánico se vuela una enfermedad crónica mental.
1. Respiración profunda: Si bien la hiperventilación es un síntoma de los ataques de pánico que pueden aumentar el miedo, la respiración profunda puede reducir los síntomas de pánico durante un episodio.
2. Reconocer que estamos experimentando un episodio de pánico: Al reconocer que estamos teniendo un ataque de pánico en lugar de un ataque al corazón, puede recordarnos que esto es temporal y que no es grave.
3. Cerrar los ojos: Para reducir los estímulos de entornos acelerados, podemos cerrar los ojos durante el episodio.
4. Buscar un objeto y centrar la atención en él: A algunas personas les resulta útil encontrar un solo objeto en el que puedan centrar toda su atención durante un episodio.
5. Imaginar un lugar agradable: ¿Cuál es el lugar más relajante del mundo que se nos ocurre? ¿Una playa soleada con olas suaves? ¿Un río con una corriente calmada? Podemos imaginarnos allí y tratar de concentrarnos en los detalles tanto como sea posible.
6. Realizar un ejercicio ligero: Debido a que estamos estresados, podemos elegir ejercicios ligeros, que sean suaves para el cuerpo, como caminar o hacer sentadillas. Eso ayudará a liberar endorfinas que permiten una mejor circulación de la sangre.
7. Buscar ayuda profesional: Luego de reconocer que se sufre algún tipo de trastorno de pánico, lo más recomendado es poderse acercar a un psicólogo profesional quien le pueda brindar la asesoría pertinente para saber las causantes del mismo.
Según la última oleada de encuestas realizada por Cigna para su último estudio, ‘COVID-19 Global Impact’, en agosto de este año 8 de cada 10 personas en el mundo reconocían estar estresadas.
