El offshoring se ha convertido en una de las estrategias de negocio más populares en el entorno global. De hecho, de acuerdo con el último reporte de tendencias laborales 2024 de Manpower Group, el 53% de los fabricantes en el mundo afirma haber deslocalizado operaciones en los últimos 24 meses.
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Si bien la popularidad de estas estrategias avanzan en materia internacional, Colombia se ha posicionado en la región por ser el destino de las empresas para implementar esta práctica debido a la ubicación geográfica beneficiosa y que facilita coordina, conecta y comunica con algunos mercados cruciales.
De acuerdo con Cushman & Wakefield, el offshoring es reconocido por el movimiento o traslado de determinadas actividades u operaciones de un país a otro, permite a las compañías obtener ventajas competitivas en costos laborales, disponibilidad de especialistas, entre otros beneficios.
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“Con su implementación, las empresas pueden ejecutar en el exterior actividades como la fabricación de productos, el desarrollo de software o atención al cliente, y centrarse en optimizar sus recursos y fortalecer su eficiencia”, afirma la compañía.
Por otra parte, se destaca la oportunidad de reducir costos laborales, pues una mayor proporción de los ingresos significa varios difusores de beneficios sin sacrificar la calidad. Además, las ventajas fiscales en los estados receptores también son “extremadamente” importantes, ya que algunos de ellos ofrecen varios beneficios financieros para la reubicación.
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Según Diego Zapata, director de Brokerage en Cushman & Wakefield, esta práctica puede implicar cientos de factores como la subcontratación de servicios, el incremento en la producción de bienes dentro del país y el establecimiento de nuevos centros de operaciones en el territorio nacional.
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“Esto significa que las empresas pueden no solo reducir sus costos operativos y laborales, sino también mejorar la calidad y eficiencia de sus procesos al acceder a una mayor base de talentos y recursos especializados”, destacó.
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Agregó que el offshoring no solo permite a las empresas superar estas barreras, sino también beneficiarse de un enfoque más diverso y global en la resolución de problemas y la innovación.
Por otra parte, al establecer operaciones en países con ventajas competitivas específicas, las compañías pueden fortalecer su presencia en mercados estratégicos, fomentar la innovación y aumentar su capacidad para adaptarse rápidamente a las demandas del mercado global.
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Además, el offshoring puede contribuir al desarrollo económico local al crear empleos y fomentar la transferencia de conocimientos y tecnologías avanzadas.
