Entre chasises, soldadura, tapicerías, acero, moldes, pintura, maquinaria y decenas de dedicados operarios que trabajan para fabricar novedosas carrocerías de bus, han transcurrido los últimos 52 años del empresario boyacense Armando Gutiérrez Acevedo, un emprendedor que, desde mediados de los años sesenta, tenía claro que quería desarrollar en su región una industria sostenible dedicada a la movilidad.
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En 1965, el sueño del empresario comenzó a cobrar forma con la construcción de la primera carrocería para bus fabricada en Boyacá. Él, quien reparaba los autobuses estadounidenses que circulaban en esa época, le apostó a un ambicioso proyecto: fabricar una carrocería totalmente industrial hecha por manos boyacenses y adaptada a las necesidades del transporte colombiano. Hasta esa época, ponerle la carrocería a un chasis de camión era un proceso artesanal en el país.
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Desde aquel proyecto, que marcó el comienzo de una larga carrera para perfeccionar los detalles de carrocerías para bus, Gutiérrez ha entregado todos sus esfuerzos al desarrollo de la industria de la movilidad desde Duitama (Boyacá), rodeado de equipos talentosos dispuestos a innovar.
En este municipio también echó raíces en la década de los setenta la Ciudadela Parque Industrial de Duitama, en la que Gutiérrez fundó la compañía que lleva las iniciales de su nombre -Autobuses AGA de Colombia-, después de haber trabajado como socio de Carrocerías Muisca durante once años.
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Además, en ese mismo Parque -en el que participaron otros empresarios de la región-, nuevas compañías comenzaron a moldear el clúster metalmecánico carrocero de Duitama. Entre esas firmas hay proveedores de aceros de alta resistencia, de espumas de poliuretano, de arneses eléctricos, fabricantes de tapicerías, entre otras.
Ahora, tras 41 años de operaciones enfocados en abastecer la creciente demanda de buses de transporte municipal para empresas como Copetrán, Expreso Bolivariano, Flota Libertadores, entre otras, don Armando -como lo llaman los más de 150 colaboradores de Autobuses AGA- sabe de sobra que innovar sin descanso y rodearse de los mejores para fabricar autobuses ha sido la clave para hacer la diferencia en un entorno en el que la competencia cada vez es más dura.
Desde hace dos años la compañía tomó la decisión de arrancar un proyecto sin precedentes en Colombia: fabricar el primer autocar integral -o autoportante-. ¿En qué consiste? Normalmente, en esta parte del mundo, los chasises se importan y las empresas desarrollan la carrocería, pero AGA decidió hacer el proceso de forma diferente y fabricar un monocasco (superestructura del bus) a la que le fueron implementados elementos mecánicos como motor, transmisión, ejes, suspensión, frenos, entre otros. Es decir, hizo el proceso al revés de lo que se había visto por décadas.
“De la frontera de México para abajo, somos pioneros en presentar esa forma de hacer un bus. Al hacer un autocar autoportante no solo se reduce el peso del vehículo, sino que bajan los costos y se puede mejorar el bus con tecnología para transportar con más comodidad a las personas”, asegura Gutiérrez.
Tener la posibilidad de optimizar este autobús significa implementar modernos sistemas de seguridad, para contribuir a que haya menos riesgo de mortalidad en caso de accidente. También, es necesario incorporar una superestructura que cumpla la norma R66 de Naciones Unidas y que tiene la homologación de Idiada, el instituto independiente de pruebas más completo de Europa para la industria automotriz.
INNOVACIÓN COLECTIVA
El proyecto del autocar autoportante fue desarrollado conjuntamente con iNNpulsa Colombia, entidad adscrita al Ministerio de Comercio, Industria y Turismo. A través de una convocatoria abierta por iNNpulsa, a la que se presentó Autobuses AGA de Colombia, el Gobierno contribuyó con la mitad de los recursos para financiar esta iniciativa. AGA puso el monto restante.
“Con este proyecto estamos dando el primer paso para llevar nuestro autocar autoportante a rodar en las carreteras del mundo. Con la homologación europea que hemos obtenido de resistencia al vuelco, podemos vender este producto en muchos países. Además, como lo hemos hecho por décadas, le apuntamos al mercado interno”, cuenta Gutiérrez mientras camina por el área de innovación de su empresa y presenta el autobús pintado de color bronce, que cuenta con un sofisticado sistema para facilitar el ingreso para personas en situación de discapacidad, así como un interior con lujosos acabados.
Héctor Sandoval
Especial para Portafolio