El sector minero energético ha venido repuntando en los últimos años como uno de los de mayor crecimiento en el país. Incluso, varios analistas estiman que será uno de los grandes protagonistas de la recuperación económica gracias al desarrollo de nuevas iniciativas y proyectos que además están contribuyendo a diversificar la matriz energética, y con ello, se generan más oportunidades de trabajo, se cierran brechas sociales, se promueven nuevos desarrollos de infraestructura y en resumen, se fomenta el crecimiento económico con inclusión social.
(Estrategias que formulan soluciones para el medio ambiente).
Cabe resaltar que desde el Ministerio de Minas y Energías han destacado hitos interesantes para el país como las subastas que han adjudicado proyectos por más de 2.870 MW y cerca de US$3.000 millones que entrarán en operación entre 2022 y 2023.
Además, de la construcción de cuatro parques eólicos en La Guajira, con una capacidad instalada de 430 MW.
Lo que muy pocos saben es que detrás de gran parte de estos reconocidos proyectos que se están gestando en diferentes regiones del país, está una pareja de colombianos: Guillermo Pattigno y Lina Hincapie, quienes son co-fundadores y actuales gerentes de ACD Consultores, una empresa social que busca construir junto a las grandes compañías minero-energéticas desde la confianza y diálogos de valor, entornos prósperos y sostenibles.
Su trabajo de inmersión y gestión estratégica socioambiental, en sintonía con las empresas presentes en los territorios o líderes de las iniciativas en curso, posibilitó el desarrollo en campo de varias de las obras que se han desarrollado entre 2021 y el primer trimestre de 2022 y que suman más de US$1.300 millones.
Además, son aliados de 20 de las empresas más grandes del país a nivel energético y portuario, entre las que destacan nombres de compañías como: Ocensa, Lewis Energy, Renovatio, Termocaribe, Frontera Energy, Sociedad Portuaria Puerto Bahía, Compas S.A., Sociedad Portuaria el Cayao, Proagrollanos y otras con las que han realizado operaciones en más de 14 departamentos con más de 478 comunidades.
“Nuestra organización centra sus acciones e impulso al crecimiento económico del país con inclusión y sostenibilidad ambiental, desde un enfoque preventivo de riesgos operacionales, de cumplimiento y reputación dentro de los territorios”, señala el gerente general de ACD Consultores, Guillermo Pattigno.
El directivo agrega que su rol básicamente está en promover relaciones duraderas entre las empresas y la sociedad, brindando información clara, transparente, veraz y oportuna sobre cada una de las etapas de los proyectos donde las comunidades comprendan el alcance de los mismos y a su vez las empresas entiendan los usos y tradiciones de las comunidades asentadas en los territorios donde tienen presencia y de este modo, las partes asuman el rol que les corresponde, manteniendo el respeto y la comprensión mutua. Un ejemplo de ello se puede ver a través de Renovatio, una de las empresas encargadas de poner en marcha los parques eólicos Alpha y Beta en la Guajira, proyecto que ha sido considerado como uno de los más grandes del país en materia de energías renovables en el que estarán 90 aerogeneradores que producirán más de 504 megavatios.
Según algunos expertos, esto significará el abastecimiento de una población equivalente a 290.000 hogares con energías limpias, lo cual, evitará la emisión de aproximadamente 182.000 CO2 al año.
En este caso puntual, ACD Consultores, lideró el proceso de consulta previa con más de 44 comunidades Wayuu en tiempo récord para lo acostumbrado en el sector, fortaleciendo el diálogo genuino, concertando medidas justas para las partes y constituyendo el proceso como un primer paso de confianza entre ambos para una relación duradera a largo plazo.
Según el gerente general de la compañía, su proyección, al término de este año, es consolidar su soporte de entorno en el desarrollo de proyectos de alto impacto en Colombia, fomentando el diálogo bilateral que permita el crecimiento económico sostenible, entre estos se encuentran los proyectos eólicos en La Guajira, una central térmica en Santa Rosa de Lima, varios bloques de hidrocarburos, un oleoducto nacional y en general proyectos que implican multiplicidad de actores en un entorno sociopolítico complejo.
“Adicionalmente somos una organización que trabaja con datos y con ello se genera un soporte veraz y oportuno que permite a la media y alta gerencia tomar decisiones estratégicas en sintonía con el horizonte del negocio y la estabilidad de su entorno”, agregó Pattigno.
De alguna u otra manera, lo cierto es que frente a las proyecciones de llevar adelante una transición energética acelerada, la devaluación del peso, la complejidad de los territorios a nivel social y ante la oportunidad que brinda Colombia al tener uno de los marcos normativos y fiscales más atractivos para inversión en el continente, se valorarán más aquellas compañías que sean catalizadoras de impacto socioambiental positivo, es decir, que además de generar riqueza, fomenten relaciones ganadoras y contribuyan a generar territorios de bienestar para todos.
