Desde hace varios años, el Scotiabank, entidad financiera de origen canadiense, tiene claro que América Latina y, en particular los países de la Alianza del Pacífico (Colombia, Perú, México y Chile), concentrarán todos sus esfuerzos para crecer.
De hecho, en los últimos años ha hecho más de 30 adquisiciones en la región, por más de 15.000 millones de dólares.
Aquí, Colombia no ha sido la excepción, toda vez que ha hecho cinco compras de empresas en la última década, principalmente en el sector bancario (Colpatria y la banca de consumo de Citi) y de pensiones (Colfondos).
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Precisamente, su objetivo es desarrollar un esquema de banca universal en el cual puedan atender a todos los eslabones de la cadena, desde la inclusión financiera para la base de la pirámide y personas naturales de los distintos niveles socioeconómicos con diferente tipo de necesidades de financiamiento, hasta empresas de cualquier tamaño, incluyendo pymes, corporativos y grandes instituciones, con financiamiento, servicios de banca de inversión y mercado de capitales, entre muchos otros.
Jabar Singh, vicepresidente de Wholesale Banking de Scotiabank Colpatria, señala que en Colombia atienden a cinco millones de clientes, son el principal emisor de tarjetas de crédito, el quinto banco en activos y tienen una participación de mercado del 7 por ciento. “Pero el propósito es lograr una participación de mercado de dos dígitos; la idea es llegar a 10 por ciento y eso se puede hacer de manera orgánica, aunque seguiremos viendo oportunidades de hacer adquisiciones”, señaló ayer el directivo.
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Según datos de la Superintendencia Financiera, la cartera de Scotiabank Colpatria cerró enero en 27,07 billones de pesos.
Al trabajo que se ha realizado en el tema de banca de consumo, que incluyó la adquisición de los activos en este segmento del Citi en Colombia, se sumará la expansión de su banca mayorista, que incluye varios frentes.
Antonio Gutiérrez, líder del área de Banca Corporativa de Scotiabank Colpatria, señaló que este segmento está orientado a empresas que tienen ventas superiores a los US$100 millones y a aquellas que tienen operaciones multinacionales o multilatinas. Actualmente atiende a 400 clientes y esta unidad gestiona 6,5 billones de pesos.
A pesar del enfriamiento en la demanda de crédito por parte del sector corporativo entre 2017 y 2018, así como el deterioro en la calidad de cartera, esta entidad logró un crecimiento de 24 por ciento y participó en el financiamiento de empresas de todos los sectores, tanto públicas como privadas, pero en su mayoría los créditos se orientaron a empresas relacionadas con el sector energético.
Esto incluye a EPM. Según Singh, desde que se produjo la contingencia de Hidroituango, les han desembolsado más de US$700 millones en créditos.
En cuanto a la morosidad en el segmento comercial, el directivo señaló que el índice de calidad de cartera ronda el 2 por ciento y, de los grandes deudores en problemas, solo tienen exposición a Electricaribe, con 100.000 millones de pesos, que representan el 80% de la cartera morosa en el segmento corporativo.
Añadió que en los últimos meses han ajustado su estrategia frente al sector constructor, con lo cual han aumentado la disciplina en las colocaciones de crédito.
Los otros dos frentes en los que quieren crecer son el de banca de inversión, que está a cargo de Lorenzo Garavito, y cuyo foco son las fusiones y adquisiciones; y el de mercado de capitales, que incluye el rol de Scotiabank como uno de los principales creadores de mercado de la deuda pública colombiana, y servicios para empresas, instituciones y demás clientes.
