La idea es que las empresas de la Cultura, las Artes, el Cine y la Tecnología tengan una guía con la base conceptual, jurídica y de política pública para que puedan detallar los beneficios fiscales, de financiamiento, de oferta institucional, y de las formas asociativas a su disposición para hacer empresa por parte de la Supersociedades.
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Con esta base jurídica, se les permitirá a estas empresas conocer y acceder a las bondades que ofrece la normatividad vigente.
“Hay dos beneficios, uno de índole jurídico y otro económico, esto implica la creación de una persona jurídica independiente del socio o socios que participaron en su creación. En lo económico, está la conformación de un patrimonio independiente, compuesto por los aportes de los socios”, explicó Juan Pablo Liévano, Superintendente de Sociedades.
Con esto se busca escalar la propuesta de negocio, encontrar la mejor alternativa organizativa, contar con asistencia técnica y asesoría, alternativas de financiación, disponer del talento humano requerido, y obtener incentivos fiscales y tributarios.