Una investigación de la Universidad Nacional denominada 'Producción de oro en Colombia: promisoria, pero con retos por superar' aborda el complejo escenario que atraviesa actualmente la minería, puntualmente la de este metal precioso.
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Para comprender cómo funciona este negocio, asegura la publicación, hay que partir del hecho de que Colombia cuenta con un potencial minero que, en su mayoría, ha sido explotado por pequeños mineros informales.
A esto se suma que, "muchos de los motivos detrás de la promulgación de leyes y regulaciones mineras en Colombia se han basado en promover la inversión en el sector de la minería convencional y captar el mayor flujo de inversión extranjera directa, dejando de lado la minería artesanal y de pequeña escala", señala el artículo.
En general, la minería de oro ha desempeñado un papel importante en la economía del país. De hecho, de acuerdo con la Subdirección de Minería de la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme), en 2022 se reportó una producción de 42,14 toneladas de oro, aportados en su mayoría por Antioquia, Chocó y Bolívar.
(Vea: Cinco de cada diez personas ven la minería como una industria ilegal).
En cuanto al recaudo por concepto de regalías asociadas con la extracción de oro, esta ascendió a 69,46 millones de dólares en 2022, de acuerdo con Upme.
De acuerdo con la Universidad Nacional, " hasta hace poco la mayor parte de la producción de oro de Colombia procedía de la minería aluvial, la cual representaba alrededor del 80% de la producción total del país. Sin embargo, la minería subterránea ha ido aumentando su importancia en la producción nacional".
Precisamente, según la Agencia Nacional de Minería (ANM), los proyectos subterráneos más representativos en la producción de oro fueron los siguientes:
1. Buriticá de Zijin, de Continental Gold, con 246.886 onzas.
2. Segovia y Marmato, de Aris Gold Corporation, con 235.379 onzas.
3. Cisneros, de Antioquia Gold, con 48.955 onzas.
4. El Bagre y Nechi, de Soma Gold Corp, con 23.115 onzas.
5. El Roble, de Atico Mining Corporation, con cerca de 11.254 onzas.
(Vea: Estos son los cinco ejes que contiene el proyecto de la ley minera).
Extracción de oro.
De acuerdo con el artículo de la Universidad Nacional, en el país existen múltiples actividades de extracción en diferentes zonas, en su mayoría desarrolladas a pequeña escala, entonces, la minería convencional debe coexistir con estos proyectos, dando paso a un conflicto en el que "actores no deseados entran en la escena y desvían la atención y hacen que se pierda el objeto del trabajo digno y legal en las regiones mineras. Traen consigo los problemas propios de actividades ilegales –y en algunos casos criminales– permitiendo con ello que se genere un detrimento de las condiciones económicas, ambientales y sociales de las regiones y de la nación".
En otras palabras, las partes buscan sectores para la extracción de oro y terminan compitiendo por los espacios. Por una parte, "los titulares mineros insisten en la exclusividad de sus concesiones y derechos legalmente adquiridos, y, por lo tanto, ven a los pequeños mineros como 'invasores'; estos, por otro lado, perciben su territorio de operación como sus derechos tradicionales para trabajar en la tierra y extraer el metal precioso".
Frente a esta encrucijada y a las recurrentes disputas, el Gobierno "ha gastado recursos para formalizar a los mineros artesanales y de pequeña escala, pero dejó de lado la planeación, estructuración y estipulación de unas reglas de juego que permitan generar un modelo de negocio rentable para los mineros que dan el paso a la formalidad", se añade en el artículo.
(Vea: Por qué el Gobierno descartó reformar el Código de Minas).
Por otra parte, resulta ser un desafío la explotación ilegal que provoca "importantes daños ambientales, sociales y económicos".
La investigación, además, señala que la razón de que persista en el tiempo la explotación ilegal es "la falta de regulación, control y supervisión en algunas áreas".
Así, de acuerdo con cifras de la Asociación Colombiana de Minería (ACM), el 57% de la producción de oro nacional se obtuvo de operaciones formales, revelando que aún existe más del 40% de informalidad en la actividad minera aurífera en el país.
Otros retos que debe atender el Gobierno en cuanto a la explotación es la deforestación, la contaminación ambiental y los impactos sociales.
Sobre las perspectivas futuras, la investigación de la Universidad Nacional, "la minería de oro tiene particularidades que la convierten en riesgosa, de largo plazo, y con alta incertidumbre, y que además exigen disponibilidad de capital para realizar fuertes inversiones", se sostiene en el artículo.
(Vea: Ley Minera se presentaría en el segundo semestre: esto se propone).
Además, se señala que la producción de oro dependerá de:
1. La efectividad de las medidas regulatorias y de la aplicación de la ley.
2. Los esfuerzos para promover prácticas sostenibles, pues "es probable que las dinámicas del mercado internacional del oro y los estándares ambientales influyan en la dirección futura del sector minero en el país".
SOFÍA DÍAZ RICO
Portafolio
