Carlos

Nuestra Política de Tratamiento de Datos Personales ha cambiado. Conócela haciendo clic aquí.

close
Mario Hernández Zambrano

Angustiados pero sin miedo

En dos años hemos perdido mucho: crecimiento mediocre, inversión paralizada, sectores como industria y construcción están en las puertas de la ruina.

Mario Hernández Zambrano
POR:
Mario Hernández Zambrano

Está comprobado hasta la saciedad que es muy difícil llegar a un acuerdo (o concertar) con el gobierno de Petro, pese a su idea inicial de lograr un acuerdo nacional con los distintos sectores de la sociedad para acordar una serie de reformas. Lo demostró con la primera reforma tributaria que arbitrariamente su ministro de Hacienda presentó al Congreso 24 horas después de iniciado el gobierno, exactamente el 8 de agosto de 2022. Y luego con el rompimiento con algunos de los partidos políticos con bancada parlamentaria.

La razón de esta actitud es sencilla y contundente: Él no cree en que el país necesite llegar a ese consenso, base del acuerdo social que se requiere y, además no está dispuesto -ni su equipo- a ceder en sus ambiciones ideológicas bajo la creencia que todo lo hecho en el pasado es producto de una clase dirigente esclavista y explotadora.

El mandatario no pierde oportunidad para denigrar, agredir y ofender a quienes no están de acuerdo con su ideología, no importa quienes sean: empresarios, gremios, políticos, jueces y magistrados, periodistas y medios de comunicación, sus propios ex ministros y mandatarios locales, entre otros. En el manejo de la economía, el asunto es de dimensiones caóticas. El único que no cree que los resultados son malísimos es él, secundado por su Ministro de Hacienda y el sindicalista Jefe de Planeación Nacional, cuando de todas partes le están llegando mensajes en contrario.

La realidad que estamos viviendo no deja dudas. En estos dos años hemos perdido mucho: el crecimiento es mediocre, la inversión está paralizada, el despelote fiscal genera escalofrío, sectores como la industria, el comercio, la construcción e infraestructura están en las puertas de la ruina y solo las voces complacientes y cómplices hablan de reactivación.

Colombia ha entrado en una etapa de desconfianza e incertidumbre extremadamente dañina y la economía ya no es la que era y solo Petro no lo cree ni acepta. Los ciudadanos, sin distingos de estrato, política, religión o color han caído en un estado de angustia, pero no hay que tener miedo.

Por ejemplo, que el gobierno adopte por decreto un presupuesto nacional desfinanciado porque el legislativo no la ‘alcahuetea’ preocupa pero no desespera. Si el gobierno lo adopta por decreto como lo puede hacer legalmente -y se ha hecho en el pasado- pagará las consecuencias de tener que recortar gastos pues no tiene como ejecutarlo y la cuenta se pagará en mayores tasas de interés de los bonos externos, restricción de crédito y baja calificación de las agencias. Y la mirada desconfiada del exterior.

Los colombianos seguiremos trabajando y luchando por el país y por lo que estamos orgullosos: las empresas, las familias, los campesinos, los jóvenes que estudian, los trabajadores y los deportistas que hacen lo mejor posible. Con creatividad y entusiasmo, así tengamos el ánimo disminuido, repitiendo siempre: “no hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista”.

MARIO HERNÁNDEZ ZAMBRANO
​Empresario exportador

Destacados

Más Portales

cerrar pauta