Ninguna compañía quiere que sus colaboradores estén desconectados entre sí. Actualmente, existe una falta de relacionamiento entre los empleados, lo cual afecta negativamente a las empresas, pues como lo indica el reciente estudio de BetterUp, The Connection Crisis: Why community matters in the new world of work, 61% de las personas encuestadas no socializa con sus compañeros de trabajo fuera del ámbito laboral, 53% no tiene ganas de trabajar debido a sus compañeros de trabajo, 43% no siente ninguna conexión con sus compañeros de oficina, 38% no confía en sus compañeros de trabajo e incluso 22% no tiene ni un amigo en este ambiente.
Sin una conexión significativa, los trabajadores no tienen un sentido de pertenencia y sin ello, su compromiso y dedicación al trabajo se desploman, además, la capacidad de innovar y adaptarse, la confianza, la agilidad y la resiliencia también disminuyen drásticamente. En última instancia, esto afecta el desempeño y la capacidad de una organización para retener talentos de alto desempeño, resolver desafíos complejos y afrontar juntos tiempos difíciles.
El cambio desde la pandemia ha sido drástico, pues lo que inició siendo un burnout o agotamiento producido por el exceso en la carga laboral, hoy se convirtió en la llamada ‘renuncia silenciosa’. De hecho, el más reciente estudio de Gallup a nivel global, indicó que 59% de los colaboradores están cumpliendo su horario laboral con el menor esfuerzo posible, están sicológicamente desconectados de su empleador y sus compañeros de trabajo, por lo que son mínimamente productivos. Sin duda, este dato tiene un impacto importante en las organizaciones y economías alrededor del mundo, por lo que son aspectos que deberían estar en la agenda prioritaria de los empresarios y líderes.
No obstante, la soledad, falta de conexión y pertenencia no se resuelven simplemente al estar rodeados de gente. Más que trabajo en equipo, los problemas complejos requieren colaboración creativa, alineación y adaptación en tiempo real a nueva información. Por esa razón, es responsabilidad de las organizaciones construir entornos sicológicamente seguros, donde todos los colaboradores sientan que su voz y voto es valorado y que tienen espacio para crecer personal y profesionalmente. Es importante entrenar competencias básicas como la escucha activa, flexibilidad mental, comunicación asertiva y trabajo colaborativo para tener mejores resultados.
Tener una fuerte conexión social se ha relacionado directamente con una larga lista de resultados; desde un mayor desempeño laboral, capacidad de innovar y tomar decisiones claras, hasta un mayor bienestar físico, una disminución de la mortalidad cardiovascular, menos síntomas depresivos y una mejor salud mental en general. De hecho, la ciencia nos ha proporcionado amplia evidencia la cual sugiere que el apoyo social y la experiencia de conexión impactan una variedad de facetas de nuestra vida cotidiana, por lo que es momento de tomar riendas en el asunto y actuar en pro de los colaboradores y las empresas.
LINA SINTES
Partner & Managing Director de Cornerstone Colombia.