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Andrés Espinosa Fenwarth

Indignidad diplomática

Hamás se fortaleció en la franja de Gaza hasta el punto que ganó las elecciones dos años después.

Andrés Espinosa Fenwarth
POR:
Andrés Espinosa Fenwarth

Desde el atroz ataque terrorista de Hamás contra la población civil del Estado de Israel del 7 de octubre, el presidente, Gustavo Petro, ha dejado ver su animadversión por Israel, que lo ha llevado -como en otras ocasiones- a pretender reescribir la historia universal sin fundamento ni verdad.

En un trino del centenar de su cuenta en X de esta semana, Petro señaló que “Hamás es un invento de la Mossad (la agencia de inteligencia exterior israelí) para dividir el pueblo palestino y tener la excusa para castigarlo”. Nada más equivocado.

Hamás es el acrónimo de la expresión árabe Harakat al-Muqáwama al-Islamiya, que se traduce como Movimiento de Resistencia Islámica. Hamás nació en 1987, a pesar de lo que diga Petro- en medio de la primera intifada, movimiento de rebelión popular de los palestinos contra Israel desplegada entre 1987 y el Acuerdo de Oslo de 1993.

En el año 2000, se produjo la segunda intifada con una serie de atentados con coches bombas y cohetes contra Israel, que a la postre, se tradujo en la graduación de Hamás como organización terrorista por parte de Israel, Estados Unidos y la Unión Europea.

Hamás tiene un brazo político, comandado por Ismail Haniye (residenciado y protegido por Qatar), y un brazo armado, las Brigadas Al Qassam, fundadas en 1991 y lideradas actualmente por Mohammed Deif, el cerebro detrás del peor ataque terrorista contra Israel de los últimos 50 años.

Hamás nunca ha negado su antisemitismo. Todo lo contrario. En su carta fundacional, considera que es “la mejor Nación que jamás haya sido dada a la humanidad: ordenáis lo justo y prohibís lo injusto, y creéis en Alá ... Israel existirá y seguirá existiendo hasta que el Islam lo aniquile, como antes aniquiló a otros”.

En su artículo 1, la carta sostiene que “el programa del movimiento es el Islam. De él extrae sus ideas, sus maneras de pensar y su comprensión del universo, de la vida y del hombre”.

En su artículo 7, la carta fundacional sostiene que “el Día del Juicio no llegará hasta que los musulmanes combatan contra los judíos, cuando el judío se esconderá detrás de piedras y árboles. Las piedras y los árboles dirán: Oh musulmanes, oh Abdulla, hay un judío detrás de mí, ven a matarlo”.

Después del fallecimiento de Yasser Arafat, líder de la Organización para la Liberación Palestina en 2004, Hamás se fortaleció en la franja de Gaza hasta el punto que ganó la elecciones dos años después.

Su primer acto de gobierno fue expulsar de la franja Gaza a la Autoridad Palestina, liderada por Mahmud Abaas, quien se trasladó a Ramalla en Cisjordania. Desde entonces, la Autoridad Palestina tiene mando político sobre Cisjordania, mientras Hamás controla la franja de Gaza.

Petro debería condenar a Hamás y disculparse con Israel.

ANDRÉS ESPINOSA FENWARTH
​Miembro del Consejo Directivo del ICP
andresespinosa@inver10.co

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