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Andrés Espinosa Fenwarth
Columnista

Deconstrucción socialista de Venezuela

Tras expropiar el tejido empresarial, el Estado planea confiscar viviendas, locales y edificios de quienes salieron del país.

Andrés Espinosa Fenwarth
POR:
Andrés Espinosa Fenwarth

Nunca antes tan pocos, en tan poco tiempo, han hecho tanto daño a tantos como el socialismo bolivariano en Venezuela. Hugo Chávez anunció en Caracas, el 16 de abril de 2001, al igual que lo hiciera Fidel Castro en La Habana 40 años atrás, que antes de morir declararía el socialismo en Venezuela. Cumplió su palabra.

Pero omitió mencionar que el socialismo, inspirado en la Cuba castrista de los años sesenta, arruinaría por completo a Venezuela. Cuando Chávez asumió la presidencia del vecino país a finales de 1999, la pobreza se ubicaba en el 43,9 por ciento. Según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida realizada recientemente por las universidades más importantes del país, la pobreza observada el año pasado fue de 96 por ciento. Venezuela se hunde hoy en la miseria socialista.

La gestión autocrática, primero de Chávez y luego de Maduro, se tradujo en una brutal contracción económica acumulada durante 30 trimestres, equivalente a 7 años de ruina empresarial y ciudadana. No existen antecedentes históricos de una depresión económica de esta magnitud en el mundo, menos aún autoinfligida, como ocurre con el socialismo en el vecino país.

Venezuela retrocedió 70 años por el absolutismo socialista de Chávez y Maduro. El PIB se redujo de 99.000 millones de dólares en 1998 a 60.000 millones de dólares en el 2020, equivalente a una quinta parte del PIB de Colombia.

El ingreso per cápita se desplomó de 5.500 dólares a 2.000 millones en este periodo, nivel similar al registrado en 1950. Antes del socialismo bolivariano, Venezuela era una de las economías más ricas de Latinoamérica, con las mayores reservas probadas de hidrocarburos del planeta; el socialismo la transformó en una de las naciones más pequeñas y pobres del hemisferio, al lado de Haití y Honduras.

Entre 1999 y 2020, Venezuela despilfarró 991.798 millones de dólares en exportaciones de petróleo, cuyos recursos se usaron para subsidiar el socialismo bolivariano del siglo XXI, sostener la revolución cubana y comprar las conciencias políticas de Latinoamérica a través de Petrocaribe.

La destrucción socialista de Venezuela, cimentada en la corrupción y el narcotráfico, propaga la metódica aniquilación de la industria petrolera, que en 1999 producía 3 millones de barriles diarios, y que, según la OPEP, se redujo a 393 mil barriles diarios el año pasado, cifra correspondiente al nivel de producción de 1934.

En 1998, meses antes de la llegada de Chávez al Palacio de Miraflores, el salario mínimo era de 337 dólares, mientras que el año pasado fue de 2 dólares. El Observatorio Venezolano de Finanzas de la Asamblea Nacional confirmó que el poder adquisitivo de la canasta alimentaria se redujo al 0,87 por ciento.

Después de expropiar el tejido empresarial venezolano y extranjero, ahora el Estado proyecta confiscar casas, apartamentos, locales y edificios de todos los que se fueron del país.

¡La bandera venezolana ondea sobre la devastación socialista!

Andrés Espinosa Fenwarth
Miembro del Consejo Directivo del ICP.
andresespinosa@inver10.co

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