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Luis Arango Nieto

Por fortuna alguien puede hacer el trabajo

Es importante no olvidar la producción agroindustrial, a pesar de que el presidente diga que eso es para los ricos. 

Luis Arango Nieto
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Luis Arango Nieto

Cualquier ciudadano al observar el acontecer social y político, simplemente observa un país carente de brújula. Por un lado, el presidente no ha podido asumir las riendas y, con sus reformas planteadas, lo que ha hecho es sembrar una angustiosa incertidumbre.

Al sumar la paz total, el resultado es la consolidación de mafias del narcotráfico en campos, pueblos y ciudades. Además, la mal llamada guerrilla son grupos de múltiples matices mafiosos.

Por su parte, la clase dirigente está mirando con indiferencia lo que sucede y no toma decisiones contundentes que merece la situación actual y en cambio, como jaguar vigilante, mira para donde se mueve su presa política para dar el zarpazo egoísta y lograr beneficios personales.

Tenemos entonces un país descuadernado en vía de no ser viable y no reacciona ni el presidente ni la dirigencia.

Sin embargo, hay una luz en el camino, aunque imperfecta, al fin y al cabo, es luz. Se trata de la política rural, inicialmente liderada por la experimentada Cecilia López, que logró sentar unas bases, que posteriormente retomó la conocedora del tema y entusiasta Jennifer Mojica.

Se inició con el temor de una masiva, aunque necesaria, reforma agraria. Pero, con gran habilidad, el presidente de Fedegan le rapó esa bandera al presidente y le dijo aquí está la tierra y los ganaderos para apoyar la reforma. La reforma la harán los ganaderos. A nadie conocedor del acontecer agropecuario se le ocurrió que esto podría suceder.

Si bien no se va a lograr esa exagerada meta de tres millones de hectáreas se considera que, con los recursos disponibles el gobierno puede lograr entre 500 y 800 mil hectáreas.

Claro está que esto no es simplemente repartir tierra, la ministra tiene claro, que la parte difícil es proveer, además de la tierra, los elementos para producir y el principal es la asistencia técnica, que acompañada de crédito y comercialización logra el objetivo de reconversión a más eficientes sistemas productivos.

Lo anterior es parte del juego, pero no la partida completa. Es importante no olvidar la producción agroindustrial, a pesar de que el presidente diga que eso es para los ricos, pero esto le puede dar victorias tempranas al gobierno.

En 2022 la producción de maíz ascendió a 1,9 millones de toneladas mientras las importaciones ascendieron a 6,5 millones, lo que equivale a un déficit de 4,6 millones de toneladas.

Ya se sabe que se cuenta con la tierra, el precio y la tecnología, lo importante es la decisión política y facilitar los créditos, de esta forma se puede dar el primer paso al apuntar a producir 400 mil toneladas, lo que requiere entre 65 mil y 70 mil hectáreas, el primer año y gradualmente ir aumentando.

Algo similar, pero en menor escala, sucede con soya. Ministra asuma el reto y demuestre que hay alguien en el gobierno que quiere y puede hacer el trabajo.

LUIS ARANGO NIETO
​Ex viceministro de Agricultura
larangon@gmail.com

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