La sostenibilidad en la mayoría de los sectores ha venido tomando relevancia y partido, y el de la moda no ha sido ajeno a esto. Muy seguramente usted ha sido de los que por aprovechar las promociones que ofrecen los establecimientos, ha comprado prendas de vestir que realmente no necesita o es solo por capricho.
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En ese orden de ideas, la población mundial ha venido exponiendo las experiencias compartidas en torno a la “moda rápida”, que según investigaciones de National Geographic muchas veces estas vienen acompañadas de sentimientos de culpa, no solo por el dinero mal gastado, sino también porque “fomenta el trato poco éticos de trabajadores” y se suma al impacto ambiental de la ropa en el planeta.
Si bien no todo el mundo tiene los suficientes ingresos para comprar de forma sostenible, lo cierto es que se vienen fomentando unas estrategias para reducir, reutilizar y reciclar, en este caso, las prendas de vestir, es decir lo ahora llamado “moda lenta”.
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Según lo mencionan, la estilista y experta en moda sostenible, Roberta Lee, explicó que un primer paso es hacer una auditoría del armario, al menos una vez al año para revisar cada prenda y tomar una decisión sobre si conservarla, donarla o venderla.
Esto se puede hacer con ayuda de una categorización, que contribuye a identificar aquellas que hacen falta o simplemente están repetidas. Además, agregan que existen muchas con pequeños defectos que pueden ser remendadas y de esta manera alargar su vida útil.
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Otro de las recomendaciones es que, en caso de que sea completamente necesario, invertir en prendas atemporales, que no pasen de moda y que se puedan combinar con cualquier estilo.
Moda sostenible.
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Por esta razón la estilista Lee, le dijo a Natgeo que “involucrarse en la moda lenta no tiene que ver con la compra, sino con la mentalidad. Piensa en una cosa que te encantaría añadir a tu armario y cómo la utilizarías con las cosas que tienes. Si te cuesta, busca 'formas de llevar una americana'... te dará un plan estructurado".
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Ahora bien, añaden que comprar prendas de segunda mano. Según los expertos esta es otra forma de encontrar ropa asequible y de calidad. Sin embargo, la diseñadora de moda y profesora adjunta de la Universidad de Northumbria (en Reino Unido), Alana James, recomendó que se debe moderar el volumen de consumo de este tipo de moda.
Además, destacan que si la ropa ya no tiene arreglo, lo mejor es reciclar, aunque este es un proceso que puede generar muchas emisiones y en reiteradas veces solo aplica para un tipo de material específico.
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Moda sostenible.
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Con base en lo dicho por las expertas, en diversas ocasiones algunas marcas son ejemplo de “moda rápida”, por ejemplo, Shein y Temu. Así mismo, aunque se integran muchas otras más, es importante tener en cuenta que estas marcas cambian de colecciones de manera rápida teniendo ciclos cortos de diseño y colecciones mucho más amplias.
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También, explican que la participación de las marcas debe ser más ética, teniendo en cuenta que se debe ser cuidadoso con aquellas que motivan que se entreguen prendas que ya no se quieren, para obtener bonos y así mismo gastarlos en la misma tienda.
Esto sería un modelo que impulsa el consumo, por lo que no se estaría aplicando ninguna línea sostenible en cuanto a la compra de ropa.
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