La creciente amenaza del estrés hídrico se perfila como uno de los desafíos más críticos de los próximos años. Es por ello que, en un contexto en el que las condiciones climáticas pueden tener un efecto sobre el abastecimiento, la gestión que se tiene sobre este recurso cobra aún más relevancia.
(Lea más: Inversión de empresas en medioambiente no se contagió de la caída en 2023)
El estrés hídrico es una situación que se presenta cuando la demanda de agua es más alta que la cantidad de la que se dispone en un periodo determinado. De acuerdo con un reporte realizado por el World Resources Institute (WRI), se prevé que la demanda mundial aumente entre un 20 % y un 25 % para 2050.
Tomando esa estimación como base, el informe destaca que 51 de los 164 países y regiones analizados, afrontarían esta condición en un nivel que se ubica entre alto y extremadamente alto. Esto se traduce en que un 31 % de la población tendrían dificultades de acceso al agua.
Por esa misma línea, el WRI pronostica que la situación sería más crítica en regiones como África y Medio Oriente, en donde la demanda se dispararía. Países del sur de Europa como Portugal, España e Italia también experimentarían un comportamiento similar.
(Vea: La duración del día estaría aumentando por el cambio climático, según un estudio)
"Este aumento en el uso del agua, que se espera principalmente para el riego y el suministro doméstico de agua, podría fomentar un gran crecimiento económico en África, que se proyecta será la región económica de más rápido crecimiento en el mundo. Sin embargo, un uso ineficiente del agua y la gestión insostenible del agua también amenazan con reducir el PIB de la región en un 6 %", destaca el análisis.
El WRI además menciona que la escasez de agua podría amenazar el crecimiento económico de algunos países, así como provocar interrupciones industriales, cortes de energía y pérdidas de producción agrícola.
La seguridad alimentaria mundial también está en riesgo. De acuerdo con el reporte, "para alimentar a las 10 mil millones de personas que se proyectan para el 2050, el mundo necesitará producir un 56 % más de calorías alimentarias que en 2010, todo mientras se enfrenta al aumento del estrés hídrico y a los desastres provocados por el clima, como sequías e inundaciones".
Estrés hídrico
iStock
(Vea: El fenómeno de La Niña ya genera preocupación en el agro por alza de precios)
América Latina en 2050
El reporte señala que América Latina sería una de las regiones que presentaría mayor demanda de agua para el 2050. Tomando en consideración el factor que representa la escasez, se menciona que los países que enfrentarían un alto riesgo de estrés hídrico serían Chile y Perú, con una probabilidad mayor al 80 %.
A continuación se ubican Argentina y Guyana con un nivel medio a alto de posibilidades, es decir, entre un 20 y un 39 %. Seguido por Brasil, Venezuela, Uruguay y Ecuador con una probabilidad baja a media que está entre el 10 y el 19 %.
Finalmente, las naciones que tendrían un nivel bajo de estrés hídrico (menor al 10 %) son Bolivia, Paraguay y Colombia.
(Lea más: Hidrógeno verde, una alternativa más limpia que Colombia debe aprovechar)
PORTAFOLIO
