La educación, al igual que cada uno de los sectores, debe enfrentarse a la evolución tecnológica. El uso de la inteligencia artificial (IA) en este reglón puede verse con ojos de recelo, aunque también es una herramienta que, según los expertos, contribuye a potenciar el aprendizaje y la calidad, dependiendo de su uso.
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Si bien la educación la puede usar para evolucionar, lo cierto es que aún existe una desconfianza implícita por cuenta de su alcance. De acuerdo con los actores del aprendizaje, todo el sector educativo, desde el estudiante hasta el docente y directivo, necesitan de una capacitación e intromisión en esta tecnología.
Un ejemplo de ello es el uso de la IA generativa en el ámbito de la educación universitaria, que, en términos generales, su utilización sostiene una transformación en este nivel educativo.
Con base en un informe del Observatorio en Inteligencia Artificial en Educación Superior de la Universidad Europea, existe una necesidad que el uso de esta herramienta se dirija a mejorar las capacidades humanas.
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Esto, según el Observatorio, infiere en que se garantice la protección de los derechos humanos y se promueva una colaboración eficaz entre personas y máquinas para asegurar el desarrollo sostenible.
Ahora bien, en conversación con diferentes actores de la educación colombiana, el buen uso de esta tecnología se puede traducir en “grandes” avances para este sector del país.
De acuerdo con José Manuel Restrepo, rector de la Universidad EIA, la inteligencia artificial es uno de los instrumentos “más valiosos” que ha entregado la ciencia, el conocimiento y la tecnología.
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Inteligencia Artificial (IA)
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“Hay dos maneras de ver la IA, como un objeto de preocupación, que yo creo que no es la manera adecuada de verla, o como la gran oportunidad para potenciar la capacidad educativa de las instituciones de educación, no solamente las de nivel superior”, indicó el rector.
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Adicionalmente, Restrepo destacó que esta herramienta no solo aporta a la educación superior, sino a cualquiera de los niveles del sector teniendo en cuenta que se puede convertir en un mentor para cualquier estudiante, por lo que este sería el camino que las instituciones pueden adoptar para fortalecer los propósitos de la educación flexible y personalizada.
“La IA permite ir más allá incluso de la tarea que realiza el maestro, que forma en pensamiento crítico, en el análisis de definición de preguntas, del conocimiento de la realidad profesional, pero además lo complementa con una IA que se convierte en un instrumento a través del cual el estudiante puede ir mucho más lejos y lo hace además de manera personalizada y flexible”, dijo.
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En ese orden de ideas, la IA no solo contribuye con el mejoramiento del aprendizaje y capacidad, sino también con el rol del maestro dentro de la educación y la calidad.
Para Martha Patricia Castellanos, vicerrectora nacional académica de la Fundación Universitaria del Área Andina, hacer un buen uso de la inteligencia artificial en la educación lleva a que los docentes tengan unas mejores capacidades para entender beneficios, limitaciones y consideraciones éticas sobre el uso de la herramienta.
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“Para ello, es fundamental que los maestros sean alfabetizados en IA y que, a la vez, incorporen este conocimiento en sus clases, para que orienten a los estudiantes para que sepan evaluar críticamente la información generada por IA y a utilizarla de manera responsable”, destacó.
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Así mismo, dice Castellanos, los docentes pueden aprovechar la personalización del aprendizaje que ofrece la IA desde la retroalimentación y la orientación, al tiempo que involucran a los estudiantes como actores clave en la integración de esta tecnología en el conocimiento.
“Esto contribuye a empoderarlos para ser participantes proactivos en su educación y realizar investigaciones aplicadas para comprender mejor los impactos de la IA generativa en los resultados de aprendizaje y en el fortalecimiento de sus disciplinas”, agregó.
Otro de los puntos que resalta la directiva es que este desarrollo se debe potenciar en la educación porque otros sectores ya están siendo permeados por esa tecnología.
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“Las disciplinas deben ajustarse a esas tendencias, de lo contrario, no se formarán personas que respondan a las urgencias del entorno. Así mismo, es fundamental que los estudiantes se entrenen para un mundo en el cual deberán convivir con la tecnología, para potenciar sus capacidades laborales, y no ser reemplazados por la misma”, detalló Castellanos.
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Teniendo en cuenta que muchos de los desarrollos tecnológicos de la inteligencia artificial se han visto mal utilizados dentro del ámbito de la educación, los académicos consideran que, en vez de prohibir, esta se debe regular para convertirla en un instrumento que vaya en vía de lo ético.
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Para José Manuel Restrepo, este es un camino que el mundo tiene que recorrer y lo está haciendo, “pero eso sin perjuicio de que es quizá uno de los instrumentos más potentes para el proceso formativo en el mundo de hoy y del mañana”.
Así mismo, de acuerdo con los investigadores de la Universidad Europea, el desarrollo de la IA es uno de los mayores retos tecnológicos a los que se ha enfrentado la educación, por lo que se insiste en la capacitación y buen uso de la misma, teniendo en mente la velocidad de los avances tecnológicos en general.
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El abogado Danilo Romero, partner en Holland & Knight, destacó que la inteligencia artificial, en el marco de la educación, es tal vez uno de los temas que más desarrollo puede llegar a tener en aras de disminuir las brechas tecnológicas que pueden existir entre los países.
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Romero agregó que se pueden llegar a acuerdos o tratados internacionales para que la IA, sobre todo la generativa, cree una conciencia y un uso, y que los países con menos desarrollo puedan acceder a esas herramientas y poder igualar sus sistemas educativos. Eso sí, reconoció que es importante que se respeten la intimidad y otros derechos constitucionales de cada nación.
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“Desde la perspectiva del uso y el acceso que puedan llegar a tener los estudiantes, es importante enfatizar en que tienen que respetar las leyes ya existentes. Por eso el tema de la autorregulación será siempre fundamental, por lo menos en los inicios del abordaje de la inteligencia artificial, ya de una manera más profunda”, afirmó.
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Finalmente, indicó que no hay que dejar aparte el regular el acceso a la misma y a herramientas de conectividad que hacen que la IA exista, ya que en países como Colombia, que cuenta con limitaciones de conectividad y a la tecnología, “va a ser muy difícil que podamos tener desarrollos en materia de lo que implica el uso de la inteligencia artificial”, concluyó.
