Casi religiosamente, cada mes, María Margarita Rivas se acerca a la Subdirección Local de Usme, de la Secretaría de Integración Social, para reclamar su canasta alimentaria. Como ella, otras 288 familias de la comunidad afro, conformadas por 1.050 personas, de este sector de la ciudad se benefician de esta ayuda.
(Así quedó la cuota monetaria para subsidios familiares en 2023).
“Con este mercado comemos los cuatro miembros de mi familia, que son: mi mamá viejita, mis dos hijos y yo”, comenta María Margarita, mientras empaca cuidadosamente en una lona de color amarillo cada uno de los alimentos que le han dado y que previamente han sido seleccionados.
Estos alimentos son transportados en varios camiones y llevados en canastas plásticas para luego ser repartidos a los beneficiarios. Durante la jornada se vieron familias enteras esperando su turno para recibir el alimento, entre ellas estaba Gloria Amparo Torres con sus dos pequeños nietos, quien luego de recibir la canasta alimentaria aseguró que esta ayuda la beneficia mucho, pues no tiene empleo.
Al preguntarle qué era lo primero que iba a preparar al llegar a casa, nos dijo “cocinaré un arroz con verduras, sardinas y un jugo. Toca algo rápido porque tengo que llevar a mis nietos al colegio”.
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Fanny Millán Patiño, funcionaria de la Secretaría de Integración Social explicó que la canasta alimentaria es un apoyo que se le entrega a la población vulnerable, en este caso con un enfoque diferencial para la comunidad afro.
“Son productos no perecederos, en donde se da un componente alimentario de fruver, granos, huevos, leche, que aportan para mejorar las condiciones alimentarias de la comunidad”, agregó Fanny.
Otro beneficiado con esta canasta alimentaria es Hernando Vidal Cuero, quien destacó que al momento de seleccionar la comida que les entregan tienen en cuenta la gastronomía tradicional de ellos y por eso dentro de los alimentos hay borojó, panela, chontaduro y coco.
Esta jornada de entrega de las canastas alimentarias estuvo acompañada de la oferta de la Secretaría de Salud, que de manera articulada llevó el servicio de medicina general y atendió a varios miembros de esta comunidad.
Por último, Hernando Vidal Cuero aseguró que “esto me beneficia mucho porque en muchas ocasiones no hay comida en mi casa y gracias al apoyo alimentario puedo llevar víveres para mi esposa y mi hija. Nos vemos el próximo mes”.
